Más de 150 estudiantes participaron del primer Encuentro Regional de Estudiantes de Arquitectura, evento que si bien fue convocado por la Universidad Gastón Dachary (UGD), también congregó a jóvenes de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), la Universidad Católica de Itapúa (UCI-Paraguay), Universidad Católica de Santa Fe (UCSF), Universidad Autónoma de Encarnación (UNAE) y la Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul (UNIJUI-Brasil).
Con esta impronta internacional y bajo el lema “Ciudad, memoria y arquitectura”, el encuentro se llevó adelante los días 12 y 13 en esta ciudad. Específicamente, las jornadas tuvieron su desarrollo entre la Sede Central y el Campus Urbano de la UGD, aunque la programación incluyó recorridos por sitios históricos de la capital provincial. “Habíamos pensado este encuentro como una instancia para poner en valor la arquitectura regional, pensar desde el presente nuestros patrimonios arquitectónicos, pero especialmente buscando un ámbito de intercambio de experiencias entre estudiantes de la región”, indicó la docente de la carrera de Arquitectura de la UGD y organizadora de esta primera edición, Arq. Nadia Freaza, para quien la actividad superó las expectativas y dejó abierta la posibilidad de un segundo encuentro.
“Estamos realmente muy contentos. Tuvimos una participación muy interesante, con representantes de los tres países, y lo más importante es que pudimos generar estos espacios de trabajo en los tantos estudiantes que pudieron convivir y experimentar. Entre las distintas facultades y con metodologías de trabajo distintas, el intercambio resultó muy enriquecedor para todos”, añadió.
El encuentro combinó charlas, workshops y una visita a uno de los rincones más emblemáticos en la historia de Posadas: la Bajada Vieja. Este recorrido urbano, se complementó con la charla del arquitecto Carlos Borio, docente de las cátedras de Urbanismo I, II y III de la carrera de Arquitectura de la UGD y expresidente del Colegio de Arquitectos de Misiones. Borio se enfocó en una descripción contextualizada del lugar, a través del lenguaje contemporáneo e incorporando paradigmas del presente.
“No se trata de valorizar un tiempo histórico sobre otro, sino considerar de qué modo esos tiempos dialogan desde el presente a través de la arquitectura. De eso se trató la intervención realizada en un punto neurálgico para la arquitectura y la historia de Posadas como lo es la Bajada Vieja” señaló.
“La experiencia me pareció muy buena, tanto a nivel humano como desde el punto de vista de los aprendizajes que nos llevamos. Compartir con estudiantes de otras universidades nos brindó perspectivas nuevas. Se armaron grupos, se pudieron hacer trabajos interesantes en conjunto. Y las charlas de los arquitectos invitados fueron realmente inspiradoras”, destacó David Aguirre, estudiante de Arquitectura de la UGD.
Para Camila Dos Santos, también estudiante de la UGD, el encuentro “favoreció nuevos conocimientos, o nuevas formas de entender y abordar temas en común, pero al mismo tiempo nos dio la posibilidad de generar nuevas amistades con personas que están haciendo y proyectando en su futuro lo mismo que una”.
Entre los profesionales invitados, hubo figuras como el rector de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba, Ian Dutari; el arquitecto Daniel Cella, autor del proyecto del Centro Provincial de la Cultura (Usina Sulzer); y el arquitecto paraguayo César Aquino, quien disertó sobre los protocolos de intervención de edificios patrimoniales de la ciudad de Encarnación. “Fue fascinante el modo en que se puso en conversación al pasado y el presente de nuestra ciudad desde la mirada de la arquitectura. Vivimos un gran encuentro” resumió Alicia Bianchi, estudiante de cuarto año de la carrera de Arquitectura de la UGD.
Este reciente y primer Encuentro Regional de Estudiantes de Arquitectura, conecta con los principios formativos de la carrera de Arquitectura de la UGD. La misma, con una duración de cinco años, forma a profesionales capaces de proyectar y ejecutar obras que no solo sean funcionales y estéticamente valiosas, sino que también se integren de manera respetuosa y sostenible con el entorno natural y cultural.