La sesión de yoga ha concluido. Nos sentimos en completo bienestar en el ahora, que es donde somos. Sentados en la mat buscamos la lectura habitual y en la página señalada el Dr. Deepak Chopra nos recomienda: “No debemos olvidar qué es real y qué es ilusorio”.
Entonces leemos: . La abundancia es real. La carencia es ilusoria. . Ser bueno es real. Esforzarse por ser bueno es ilusión. . Este momento es real. El pasado es ilusión. . Tú eres real. Quien crees ser es ilusión.
Levantamos la vista unos instantes para reflexionar y seguimos leyendo: “La existencia centrada en el ser te permite ver -y aceptar- la realidad. Al volcarte hacia el exterior no haces sino reforzar la irrealidad, y es lo que nuestra cultura vende, por desgracia. Cuando te sorprendas tratando de impresionar a alguien, haz una pausa. Considera lo que está ocurriendo. Pregúntate: ‘¿Qué interés tiene esta persona en saber si soy mejor o peor que ella? Porque ambos tenemos las mismas referencias externas. Me necesita tanto como yo a ella’.
Observa cuánto te esfuerzas en impresionar a personas que seguirán su camino e intentarán, a su vez, impresionar a otros. El ciclo no tiene fin porque se basa en la inseguridad mutua”. Luego de otra breve reflexión, nos confirma el Doctor: “Sin embargo, cuando centramos nuestra existencia en nuestro ser verdadero, este comportamiento contraproducente termina”.
Y así nos alienta: “Tú eres el único que puede determinar tu valía, y tu objetivo es encontrar valía infinita en tu ser sin importar lo que piensen los demás. Este conocimiento da una gran libertad…” porque “hay una grandeza natural en la inocencia y la simplicidad. Esta cualidad no puede fabricarse. Tu ser la irradia, y solo al descubrir tu ser verdadero podrás irradiar la belleza y la verdad innatas a la vida”.
Reflexionando, ponemos el señalador y nos retiramos. Namasté.
Ana Laborde
Profesora de Yoga
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