El rugby ha encontrado en Argentina una tierra fértil para su desarrollo y crecimiento. Introducido por inmigrantes europeos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, este deporte de contacto ha experimentado una notable evolución, integrándose en diversos sectores de la sociedad argentina. Con el paso del tiempo, el interés por el rugby ha trascendido las fronteras locales, impulsando a muchos jugadores argentinos a emigrar a las ligas más importantes de Europa, consolidando así su reputación internacional. Además, los aficionados a las apuestas deportivas aprovechan los códigos promocionales para Betano y otras plataformas para involucrarse más activamente en estas competencias, mientras añaden un extra de emoción a los partidos.
Las raíces británicas del rugby
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Argentina vivió una de las olas migratorias más importantes de su historia. Durante este período, millones de inmigrantes europeos llegaron al país atraídos por las promesas de prosperidad y mejores condiciones de vida. Los mayores contingentes de emigrantes salieron de Europa occidental, con las Islas Británicas, incluida Irlanda, a la cabeza.
Los inmigrantes europeos trajeron consigo sus costumbres, tradiciones y formas de vida, que se fueron integrando paulatinamente en la sociedad argentina. El impacto de esta migración se puede apreciar en diversos aspectos de la cultura argentina, desde la gastronomía hasta la música y el deporte. La influencia británica en particular fue decisiva en la introducción de deportes que, con el tiempo, se convirtieron en pilares fundamentales de la identidad deportiva del país. Entre ellos se destaca el rugby. Este deporte de contacto fue introducido en el país por los inmigrantes ingleses, irlandeses y escoceses a través de las instituciones educativas y los clubes.
El 9 de mayo de 1867, el inglés Thomas Hogg fundó el Buenos Ayres Football Club, el primer club de rugby en Argentina y Sudamérica. Este acontecimiento marcó el comienzo de una larga y apasionante relación entre Argentina y este deporte de contacto, que inicialmente era practicado principalmente por la élite anglo-argentina en escuelas y clubes exclusivos. Con el paso del tiempo, el rugby se popularizó y dejó de ser un deporte exclusivo de las clases altas, expandiéndose a otros sectores de la sociedad.
La popularidad del Rugby en Argentina
A lo largo de las últimas décadas, el rugby en Argentina ha experimentado un crecimiento sostenido, consolidándose como uno de los deportes más populares en el país. Este deporte de contacto ha expandido su alcance a nivel nacional, impulsando la formación de nuevos clubes en distintas provincias. Además, la creación de ligas y torneos locales ha fomentado el desarrollo de jugadores y aumentado el interés por el deporte tanto en las grandes ciudades como en zonas rurales.
El éxito del seleccionado nacional masculino, Los Pumas, ha sido clave en este crecimiento. El seleccionado nacional masculino de rugby ha logrado importantes hitos a nivel internacional, elevando el perfil del rugby argentino y permitiendo que muchos de sus jugadores emigren a las ligas más competitivas de Europa, donde han continuado desarrollando sus carreras. A continuación, analizaremos a algunos de los rugbiers argentinos más destacados que militan en las ligas europeas.
Los rugbiers argentinos más destacados en las ligas europeas
Marcos Kremer (ASM Clermont Auvergne)
Nacido en Concordia (Entre Ríos) hace 26 años, Marcos Kremer es una de las grandes figuras del rugby argentino. El prestigioso portal inglés Planet Rugby ubicó al forward entrerriano en el puesto número 14 de los mejores jugadores del mundo de 2023, después de que se convirtiera en el jugador con más tackles en una edición mundialista tras superar el récord histórico de 83 tackles que ostentaba el galés Taulupe Faletau. El tercera línea es conocido por su fiereza en el tackle, lo que le ha permitido convertirse en un pilar defensivo tanto para Los Pumas como para el ASM Clermont Auvergne, equipo francés con el que disputa el Top 14, la máxima competición profesional de Francia.
Emiliano Boffelli (Edinburgh Rugby)
Al igual que Kremer, Emiliano Boffelli fue incluido en el ranking de los 50 mejores rugbiers del año de Planet Rugby, ocupando la posición número 22. El fullback rosarino es considerado uno de los mejores jugadores del mundo en su posición, gracias principalmente a la precisión de sus disparos lejanos y a su trabajo con la pelota aérea. A sus 29 años, Boffelli ha encontrado en el Edinburgh Rugby, uno de los 2 clubes profesionales de rugby que hay actualmente en Escocia y que compite cada año en el United Rugby Championship, un espacio ideal para demostrar su habilidad para convertir penales y su destreza para romper líneas defensivas.
Juan Cruz Mallía (Stade Toulousain)
En mayo de 2024, el Stade Toulousain se proclamó campeón de la European Rugby Champions Cup 2023/24 por sexta vez en su historia, aumentando todavía más su palmarés en el torneo continental de rugby más importante a nivel de clubes en Europa. El argentino Juan Cruz Mallía, parte de la plantilla de este equipo francés que compite en el Top 14, comparte vestuario con el considerado mejor jugador del mundo, Antoine Dupont. A sus 27 años, el fullback cordobés se ha establecido como uno de los jugadores argentinos más versátiles y prometedores del rugby europeo, siguiendo los pasos de Patricio Albacete y Omar Hasan, otros argentinos que hicieron historia con la camiseta rojinegra.