En mayo pasado había sido confirmada la elevación a juicio por el homicidio de una vecina de la zona de Puerto Esperanza. Sucedió que el fiscal subrogante se había opuesto, al entender que el autor estaba muy alcoholizado al momento de cometer el crimen. Ya en el Tribunal, el expediente fue devuelto al juzgado original, para que el nuevo fiscal opine finalmente por la posibilidad de enjuiciar al asesino de Rosula Concepción Benítez Garcete (73).
El 5 de noviembre de 2022 la víctima (que era no vidente), descansaba en su habitación cuando fue atacada a machetazos en la cabeza por Héctor Raúl Fernández (29), hoy de 31 años. Tras su detención, le realizaron pericias y la prueba de alcoholemia detectó que tenía 2,5 g/l de alcohol en sangre.
En su oportunidad, ante la acefalía de la fiscalía de Puerto Iguazú, el fiscal de Instrucción 1 de Eldorado, Edgar Francisco Doldán, pidió el sobreseimiento de Fernández, puesto que a su entender el joven estaba muy alcoholizado para comprender la criminalidad de sus actos y por lo tanto era inimputable.
La parte querellante en la causa estuvo de acuerdo con todo lo actuado y el juez de Instrucción de Iguazú Martín Brites, elevó la causa a juicio pero esta fue apelada por la defensa del imputado.
En mayo pasado se conoció que la Cámara de Apelaciones hizo lugar a todo lo actuado y confirmó la elevación a debate de la causa contra Héctor Fernández, caratulada como “amenazas calificadas por el uso de arma blanca y homicidio calificado por alevosía en concurso real”.
Cuando el expediente llegó al Tribunal vieron que técnicamente faltaba opinión acusatoria, puesto que el fiscal subrogante se había opuesto y la parte querellante se había retirado del caso.
Por ello solicitaron opinión a Federico Rodríguez, fiscal ante el Tribunal. Tras analizar el expediente, en sus conclusiones, dictaminó que el informe psiquiátrico esgrimido por el fiscal como único sustento del pedido de sobreseimiento era cuestionable y en todo caso eso debería ser debatido en un juicio oral.
Además opinó que no había ningún dato probatorio que indicara que Fernández no comprendía la criminalidad de sus actos. En este punto, entendió el señalado como autor desarrolló un plan en su acción antes, durante y posteriormente a su acción homicida, e intentó ocultarse de la policía luego de lo que había hecho. En este sentido, a opinión del fiscal ante el Tribunal, comprendía cuáles habían sido sus actos.
Finalmente, Rodríguez dijo que el pedido del fiscal de instrucción subrogante debía ser descartado en su totalidad y que el ahora fiscal de instrucción de Puerto Iguazú, deberá requerir formalmente la elevación a debate contra Héctor Raúl Fernández.
Según lo actuado, el día citado anteriormente alrededor de las 19.15, Fernández llegó a la vivienda de sus vecinos, ubicada en el paraje Aguaray Guazú. Salió el esposo de Rosula y fue amenazado de muerte mientras el hoy imputado blandía un machete.
Minutos más tarde regresó a la vivienda y nuevamente le dijo que lo iba matar “por chismoso”. Llegó el padre de Héctor Fernández y lo retiró del lugar.
Ya cerca de las 20 regresó otra vez pero ya no estaba el marido de la mujer, puesto que se dirigió a la comisaría a denunciarlo. Según la investigación, el señalado como autor entró a la casa y atacó mortalmente a la víctima.