En los últimos días la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre posibles sustancias cancerígenas en utensilios de cocina y productos cotidianos. Surgieron entonces las dudas y la confusión acerca del uso de elementos de teflón antiadherentes; su utilización ¿Puede generar algún daño a la salud?
Viviana Bar, técnica xuperior en Bromatología, habló en FM 89.3 Santa María de las Misiones acerca del comunicado de la OMS y cómo se presentan estas sustancias que podrían ser dañinas.
Aclaró que todo esto es “potencialmente perjudicial”, más no algo establecido. “En realidad, ya tenemos incorporado en nuestro organismo esas sustancias, pero a niveles muy bajos. El problema surge con el abuso de la utilización de utensilios o envases de la forma que no corresponde“, indicó.
Las sustancias “en la mira” son el sulfonato de perfluorooctano (PFOS) y el ácido perfluorooctanoico (PFOA), que se encuentran dentro del grupo de sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo (PFAS). “En ese grupo hay 5.000 sustancias químicas, y esas dos forman parte de ese grupo. Justamente son sintetizadas por las propiedades que tienen, pueden ser perjudiciales para la salud siempre a determinada concentración”, explicó la especialista.
Utensilios con material antiadherente ¿pueden ser perjudiciales?
Bar describó cómo funcionan estos elementos: “El teflón para estar adherido al metal necesita como un pegamento, y ahí es donde utilizan una de estas dos sustancias, para adherir el teflón al utensilio. Cuando se raspa o se desgasta hay más probabilidades de que salga a la superficie la sustancia potencialmente peligrosa, ahí está el problema”, aclaró.
De hecho, contó que en algunos países se había prohibido el teflón, pero ciertas empresas “siguieron fabricando ese tipo de teflón hasta 2020”. Entonces, “ahora surge la prohibición y hay una exigencia de que pongan en el rótulo del utensilio que no contiene PFOA ni PFOS; porque a simple vista la persona no puede saber si tiene o no, por eso debe estar indicado”, amplió Viviana Bar.
A su vez, precisó que no sólo las ollas o sartenes antiadherentes contienen las sustancias en cuestión, sino también cucharones u otros elementos; “también las cosas de plástico, todo lo que sea sintético; por ejemplo no hay que usar una y otra vez las botellitas de plástito de agua. Incluso los envases o envoltorios en los que vienen las comidas rápidas“.
Sobre esto último, la bromatóloga explicó: “Por ejemplo, papas fritas o una hamburguesa, el envase que las contiene puede ser un problema. Porque si el mismo tiene estas dos sustancias, lo que va a ocurrir es que con el calor y la grasa concentrados, estas sustancias van a migrar hacia el alimento”, amplió.
Por último, insistió en que “todo tiene que ver con el nivel de exposición que tiene la persona a esas sustancias”. Y en cuanto a los productos o envases, “tienen que tener la etiqueta con la información de quién lo fabricó y con qué lo fabricó; de lo contrario, es un elemento de dudosa procedencia”.