Si todo, todo, energía es, considerar debes, que es la razón del Poder, y si al observar la haces precipitar,deber tuyo es, tu Poder aceptar, pero no es el sentido el que tenga el poder ya que los animales también pueden ver, sino en el enfoque que le da la conciencia y esto nos revela cual es nuestra esencia.
Por otro camino llegamos a esta certeza bienhechora de que somos fractales de Su conciencia creadora.
¿Entiendes ahora quién eres y a qué has venido?, pregunta que siempre en tu corazón has tenido. Has venido a observarte a ti mismo a través de Sus ojos, sin egoísmo para a cada paso enamorarte de tu creación y en amor crear nuestra mejor versión para poder volver al Padre en Unión.
Resuena en mí lo que en sueños papá me dijera: “Todo, todo, es energía, esa es la razón del Poder”. Cuán difícil resulta al hombre aceptar aquello que no pueden sus sentidos captar, aunque a la energía la puede sentir y experimentar con el cuerpo, el mismo que sin ella es un cuerpo sin vida.
Dios es mente y el Universo es mental (Kybalion), siendo que la mente es un campo de energía que está fuera del cuerpo y nuestros pensamientos son los que captamos de ese campo y captaremos según la frecuencia en que estemos vibrando, de ahí la importancia de las cosas con que elegimos nutrirnos, física y mentalmente, porque según sean los que sostengamos en el tiempo será el sentimiento, los cuales aparejan la emoción creadora de tu bien o tu desgracia.
Así es como vamos creando nuestro mundo, que hasta ahora lo hacíamos inconscientemente. Empecemos a ser creadores conscientes, puesto que con solo observar ya creamos y el mundo hoy está jugando a destiempo.
La energía está siempre en movimiento y si quieres trabajar con ella, la puedes sentir, canalizar, dirigir, es emanada principalmente desde las manos, que al frotarlas y luego al separarlas suavemente puedes, con la práctica, llegar a percibirla y jugar como si tuvieras una pelota entre ellas. De esa manera, las personas que han limpiado sus pensamientos y con muy elevados sentimientos, ocupan la energía para sanar.
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
Escritora/ Escuela de Pensamiento
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