Transcurrieron tres años y dos meses de la muerte a tiros de Cristian Andrés Sotelo, conocido en su barrio y familia como “Casimiro”, atacado frente a su domicilio en el complejo habitacional A3-2 y cuando intentó interceder para que no lastimaran a sus sobrinos y amigos.
El juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, durante los últimos días, comunicó la excarcelación bajo caución real de uno de los tres imputados aún detenidos, Diego Omar Tabares, alias “Cafú” de 33 años.
Germán “Belco” Ibáñez (25) y Elio “El Garrafero” Castillo (31) continúan tras las rejas pero podrán solicitar el mismo beneficio basándose en que el plazo máximo de la prisión preventiva, tres años, está vencido.
La lista de excarcelados imputados se completa con Armando “Pollo” Grisuca (29) y “Petaca” Romero. El hecho continúa caratulado como “homicidio doblemente agravado por premeditación y uso de arma de fuego, un hecho, y tres de homicidio agravado por premeditación y uso de arma de fuego pero en grado de tentativa”, cuya culpabilidad implica una condena de prisión perpetua.
La excarcelación de “Cafú” Tabares fue autorizada bajo la fianza de 20 millones de pesos solicitada por su abogado, Sebastián Miguel Noguera.
Vale recordar que en julio de 2023, el juez elevó a debate la causa al Tribunal Penal 2 de Posadas. En diciembre y tras el respectivo pedido del fiscal Vladimir Glinka, los jueces del TP-2 devolvieron el expediente a Balor pero este de inhibió y las actuaciones recayeron en el Juzgado de Instrucción 7. El juez Miguel Mattos rechazó hacerse cargo y fue la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores la que resolvió en julio pasado que Balor retome la causa y cumpla con las solicitudes del TP-2 y complete las pruebas.
El episodio fue extremo de balazos y sangre y se registró a una cuadra de la comisaría Décima de la Unidad Regional X. Para el juez y fiscal el ataque le costó la vida a “Casimiro” Sotelo de 41 años y resultaron lesionados tres familiares directos.
Según la instrucción de la causa, al menos los cuatro jóvenes acusados descendieron de una camioneta el domingo 13 de junio de 2021 entre las 6 y 6.30, abrieron fuego contra tres viviendas contiguas de la calle Clavelinas, entre Las Lilas y Tulipanes, y dejaron un tendal de heridos y la víctima fatal, reconocido entrenador de fútbol en el populoso barrio mencionado. La violencia se originó horas antes en una fiesta clandestina a pocas cuadras y, cuando aún regía el aislamiento social obligatorio por la pandemia de COVID-19. Hermanos y primos de Sotelo habrían ingresado a la casa de “El Garrafero” Castillo donde se realizaba el festejo.
Se desató una pelea con insultos y golpes y los Sotelo se retiraron del lugar.
El señalado anfitrión habría jurado venganza y, de acuerdo a los datos que manejaron los investigadores policiales, los roces entre ambas familias involucradas no serían nuevos. Frente a la casa de Sotelo se reunieron y, cuando se sospechaba que cada uno se iría a dormir, asomaron dos vehículos y descendieron los tiradores.
“Salgan, salgan, los vamos a matar a todos los Sotelo”, se escuchó antes de los disparos. Una vez en la escena, los efectivos de la división Policía Científica de la UR-X incautaron 27 vainas servidas calibre nueve milímetros la mayoría. Los proyectiles impactaron en dos jóvenes de 18 y 22 años, que acompañaban a “Casimiro”. Un tercero de 21 años sufrió lesiones en su espalda. Todos estaban desarmados.
De las declaraciones de testigos se pudo obtener una descripción de los rodados involucrados, mientras los heridos fueron trasladados en forma particular al Hospital Ramón Madariaga, donde Sotelo llegó sin vida.
Entre los heridos, el joven de 18 años sufrió un tiro en el pecho y fue intervenido con una cirugía a corazón abierto. El otro lesionado de 22 años, tuvo una herida similar en el tórax. Todos evolucionaron con el correr de los días y las curaciones.
Sotelo, según la autopsia, murió en pocos minutos “por una herida de arma de fuego que perforó la aurícula derecha del corazón y pulmón derecho, que le produjo una obstrucción cardíaca y hemorragia en el saco del pericardio; además de un hemoneumotórax derecho y sangrado intrapleural derecho”.