El suboficial de 39 años fue detenido la semana pasada luego de que se dieran a conocer varias denuncias por sustraer a punta de pistola las mercaderías ilegales a los contrabandistas y de extorsionarlos en pasos no habilitados. El juez de Instrucción de Puerto Iguazú, Martín Brites le tomó audiencia indagatoria durante los últimos días en la cual el hombre negó los cargos, pero continuará detenido en una sede policial.
El sospechoso es un sargento de la Policía de Misiones quien fue detenido el miércoles 14 de agosto tras ser denunciado por presuntas coimas, robo de dinero y mercaderías, como así también amenazas con arma de fuego a dos hombres que estarían relacionados al contrabando de la zona de frontera de Puerto Iguazú, señalaron fuentes del caso. Al conocerse el hecho, trascendió que tendría más denuncias por acciones similares.
Tras tomar conocimiento de las acusaciones, la Jefatura separó de la fuerza al suboficial, quien prestaba servicio en la Comisaría de la Mujer de Puerto Iguazú.
De acuerdo a las fuentes en contacto con PRIMERA EDICIÓN, el último ilícito ocurrió días atrás, según la denuncia de los supuestos damnificados, quienes manifestaron que fueron abordados presuntamente por el integrante de la fuerza de seguridad que bajo amenazas con un arma de fuego le sustrajo mercadería y dinero.
Por ello la Dirección de Asuntos Internos de la Jefatura en conjunto con la Unidad Regional V de Puerto Iguazú, llevaron a cabo la exhaustiva investigación, la cual culminó el día mencionado con la detención del sospechoso, el secuestro del arma reglamentaria y el teléfono celular, quedando a disposición del magistrado que entiende en la causa.
Investigan si tuvo cómplices
Durante la requisa en la vivienda del suboficial, sus camaradas encargados del procedimiento incautaron dos mil dólares, cuyo origen ahora es motivo de averiguaciones.
Otra línea investigativa apunta a establecer si el acusado contó con la complicidad de otro efectivo, teniendo en cuenta que los denunciantes habrían referido que el “sargento estaba con otro policía pero que no lo pueden identificar aún”, confió un vocero del caso.
Por otra parte, si bien aún no fue confirmado oficialmente, se supo que para poder permitir el paso de los llamados “bagalleros” o contrabandistas de frontera, el efectivo que ahora está bajo la lupa al parecer tenía un arancel fijo: 500 mil pesos por cada “pase libre de impuestos”, agregó la misma fuente.
Será clave la continuidad de la investigación para determinar cómo era el supuesto modus operandi y desde cuándo. Trascendió que los denunciantes se movilizarían diariamente en motocicletas, trasladando aparentemente mercaderías sin los avales legales, aunque esto debe ser también confirmado por los investigadores.
El ingreso de estos productos sería a través de la frontera y por pasos no habilitados. Situación que se cree era aprovechada por el sospechoso, quien patrullaba ese sector de la ciudad, para intimidar a los “bagalleros” a punta de pistola, “cobrarles el arancel” y dejarlos pasar. También indicaron que las amenazas habrían funcionado en muchos casos como una extorsión para dejar a los traficantes continuar con sus negocios de frontera.
La Jefatura de Policía separó de la fuerza al hombre en tanto que cursa una investigación interna no solo para confirmar o descartar las denuncias, sino para determinar si habría más efectivos involucrados.