Un hombre había sido hallado sin vida y con cortes de arma blanca en la garganta en el barrio Londin de Oberá. La víctima era un empleado municipal y por el hecho detuvieron a su hijo, como el autor material del crimen. Se trata de un hombre de 34 años que en breve se sentará en el banquillo.
Según pudo saber este Diario, para la segunda quincena de septiembre está previsto que el Tribunal Penal de Oberá juzgue al hombre acusado de asesinar a su padre Juan Ángel Chemes (73), sin que esté demasiado clara la motivación, más allá de un trato violento que tenía hacia su progenitor.
“Homicidio agravado por el vínculo”, es la acusación que enfrentará cuando se desarrolle el juicio oral y público. El imputado ya tenía una denuncia previa que su padre le interpuesto en diciembre de 2021 precisamente por haber ejercido violencia contra él.
Al respecto, ese antecedente sirvió a los investigadores para apuntar sus sospechas y detenerlo a las pocas horas del crimen.
El caso fue elevado por el Juzgado de Instrucción 1 de Oberá a cargo de Pedro Benito Piriz. La defensa del imputado apeló la medida y en agosto del año pasado la Cámara de Apelaciones confirmó lo actuado por el juzgado.
Previamente había sido ordenada que se dictara una nuevo dictado de elevación a juicio, puesto que el anterior denotaba irregularidades procesales.
El 18 de marzo de 2022, el cuerpo de Juan Chemes fue encontrado en un camino vecinal del lote 43 en inmediaciones del barrio Londin.
Las averiguaciones dieron con dos sospechosos, un adolescente de 17 años y el propio hijo de la víctima. Al primero le encontraron zapatillas nuevas y otros elementos adquiridos en las últimas horas lo que hacía suponer que se los había comprado con el dinero que llevaba encima la víctima.
Esto finalmente fue descartado pero el que quedó directamente implicado fue el hijo de Chemes, también empleado del municipio de Oberá.
En un primer momento hallaron cuchillos a metros de la escena del crimen, los cuales se presumía que fueron arrojados allí para despistar acerca del realmente utilizado en el asesinato.
La autopsia confirmó que Chemes tenía dos cortes en el cuello, uno de los cuales le perforó la arteria aorta y la tráquea. Precisamente cuando allanaron el domicilio del hijo para aprehenderlo, secuestraron un cuchillo con manchas de sangre, que se presumía era ese el que utilizó para atacarlo.
Dos meses después la causa pareció dar un giro contundente, cuando una joven de 21 años e hija de Chemes, a través de un abogado entregó una carta al juzgado en la cual confesaba haber sido ella la autora del homicidio.
La carta fue sometida a pericias y la joven entrevistada por personal del equipo interdisciplinario de la policía. Terminó descartándose que ella realmente hubiera sido la asesina.
Presunta confesión
La Justicia terminó por descartar la confesión del crimen efectuada por la hija de la víctima. Dos meses después del hecho, entregó una carta al juzgado donde señalaba su autoría. La misma fue analizada pero desestimada.