Iniciamos cada año con objetivos como: hacer ejercicio regularmente o bajar de peso o iniciar ese proyecto que lo tenemos postergado, sabemos los pasos a seguir y sin embargo, no lo hacemos.
Todos sabemos interiormente lo que tenemos que hacer para lograr lo que queremos, pero por alguna razón, no lo hacemos, o empezamos y luego dejamos antes de concretarlo y así, pasa año tras año, nuestro deseo postergado.
Pero si tenemos un deseo y sabemos los pasos a seguir para concretarlo, ¿por qué no lo hacemos? O ¿Por qué empezamos y luego abandonamos antes de conseguirlo? La razón es nuestro ruido interno, ese que nos dice: “No vas a poder”, “ya es tarde”, “sos muy grande”, “pasó mucho tiempo”, “la situación es difícil”, etc.
La clave es poder acallar o al menos bajar el volumen de ese ruido interno que todos tenemos pero ¿Cómo hacerlo?
Partiendo de que en un mismo momento no puede haber dos pensamientos opuestos, la idea es arrancar cada día diciendo en voz alta o escribiéndolo en algún cuaderno destinado especialmente, cuál es nuestro objetivo para ese día.
Sabiendo que el logro de un objetivo implica un proceso, que tiene varios pasos, tomemos de un paso a la vez, y cada día arranquemos con el paso de ese día, ya que el enfoque nos permite acallar el ruido.
Asimismo, recordarnos al iniciar el día porque es importante para nosotros lograr ese objetivo, que imagen viene a nuestra mente, que sentimientos creemos sentiríamos al conseguirlo.
Tener presente por qué hacemos lo que hacemos, nos va a mantener enfocados, disciplinados y constantes cuando la motivación nos falle.
Todos tenemos días donde nos levantamos con pocas energías, nos sentimos cansados, sin embargo igual llevamos nuestros hijos al colegio, o preparamos la comida o vamos a trabajar y esto es porque el fin que nos mueve es superior a este día que nos toma sin energías.
Cuando bajamos el volumen de nuestro ruido interior, nos enfocamos en lo que queremos conseguir y adoptamos una postura corporal erguida, nuestro cuerpo y mente se predisponen a conseguir lo que soñamos. Bajar nuestro ruido interior es darnos la oportunidad de SER todo lo que podamos SER.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
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