“Me voy de esta red social. He luchado mucho con mi salud mental en esta gira por Europa, se siente horrible todo esto, experimenté desde ataques de llanto hasta ataques de ansiedad y pánico. Es despertarme todos los días y leer miles de cosas ofensivas sobre mi hablando de mi vida personal, de mis gustos para vestir como si estuviera cometiendo algún crimen y mereciera lo peor cuando solo es MI GUSTO para vestir. Se meten con mi físico a diario, con todo!”, fue el contundente anuncio de la cantante María Becerra, a la que se conoce como “la nena de Argentina”, al decidir dejar su cuenta de X.
No es la primera famosa que decide seguir los pasos de quienes ven al ex Twitter como un trastorno diario causado por los haters.
La psicóloga clínica con orientación psicoanalítica, Karina Moreira, estuvo en los estudios de FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero para hablar de los efectos de las redes sobre la salud mental.
“Me parece que María Becerra se expresó a su manera, a veces irse del lugar donde te sentís que estás dañado, es una forma de resguardarte. No es escapar, es el momento en el que ella no puede sostener ese círculo donde siente que es tóxico y realmente lo es cuando todos les tiran malos comentarios, es tóxico y está bárbaro. Hay que irse de los lugares donde uno se sienta dañado”, dijo.
Planteó como hipótesis que “lo que ella probablemente hará en ese proceso, es trabajar terapéuticamente lo que le genera y regrese a las redes pero con otra impronta: con problemas resueltos, con lo que le afectaba más trabajado”.
Moreira advirtió que “nuestra vida en las redes sociales puede generar trastornos como bulimia y anorexia cuando se habla del peso de las personas. Cuando hablamos de una idealización de los cuerpos, hegemónicos y no encajamos en eso, nos genera inseguridades. Si critican mi cuerpo puede desencadenar un trastorno de la imagen”.
Y apuntó a lo que los seguidores exigen de las figuras en redes: “Todo está muy criticado porque las redes sociales generan una idealización de cómo debería ser la vida de alguien: cómo se debe vestir, con quién debe salir, qué hay que hacer en la fama. Cuestionan desde los estilos de vida hasta con quién está en pareja. Todo es criticado pero lo importante es quién lo hace”.
Se dice de mí…
La psicóloga posadeña planteó que “la cuestión no está en lo que dicen sino como yo tomo lo que dicen de mí. Al ser un personaje público habrán personas que digan cosas muy lindas de mi trabajo en las redes pero también otras que dirán cosas muy feas, conocidas como haters”.
Karina Moreira sostuvo que “tenemos un nivel de exposición mucho mayor de lo que teníamos anteriormente, cuando el manejo de la información era distinta. Por lo tanto vamos a estar en un nivel de exposición donde, lo que diga el otro, me va a llegar de una manera más directa”. Y agregó: “Lo que está en juego es la importancia de la salud mental en toda aquella persona que está expuesta. Creemos que la salud mental se utiliza en casos de emergencia, cuando hay algún tipo de transtorno, cuando me peleé con mis padres, cuando me separé, cuando tuvo consumo, es decir algo inmediato por lo cual necesito ir. Pero nadie lo cuenta como una asistencia que uno debe tener de manera continua en los casos de exposición, en deportes de alto rendimiento como el Dibu Martínez puso de relieve, cantantes, personas que están en los medios donde todos están habilitados a opinar”.
Los haters hablan de sí mismos
Protagonistas de las ofensas y los insultos, los haters terminan ganando protagonismo… si se lo dan. Para la psicóloga Karina Moreira, “Los haters son personas que proyectan hacia afuera todo el malestar que están viviendo, sus frustraciones, la vida que llevan no debe ser del todo satisfactoria. Entonces tienen la necesidad de sacar hacia afuera en otros lo que les pasa”.
Entonces, “quienes están expuestos les cuesta entender que lo que dice el otro es lo que le está pasando a ese otro y no se trata de mi”, aseguró.
La profesional sugirió que “… si me afecta lo que el otro dice de mi, debo recurrir primeramente a un espacio terapéutico para trabajar las cuestiones que me incomodan, el porqué no puedo tolerar lo que el otro dice de mi. Es una cuestión mía en juego a pesar que son otros los que hablan de mi, me afecta a mi”.
Pero aclaró que las críticas pueden revivir situaciones no cerradas en nuestras vidas. “Cuando hay algo que otros dicen de mi y me toca, tal vez puede ser porque me siento en falta. Si me critican el peso, puede ser que yo no acepte mi cuerpo y deba tratarlo en terapia”, indicó.
Luego apuntó a las formas de decir de las cosas: “Es algo que lo trabajo mucho en la clínica, también van a tener un impacto en el otro. Cuando hay conflictos con cualquier persona, hay que buscar las formas de hablar para buscar un punto de conciliación. Si me lo dicen de mala manera y me vulnera, me toca, la reacción no es anormal como la que tomó María Becerra que a lo largo del tiempo la terminó afectando”. Tras advertir que “a las redes sociales hay que saber usarlas”, propuso que “si siente que lo que se dice en las redes lo afecta, debe acudir a un profesional en salud mental, de la psicología, para trabajar eso que le genera malestar. Porque puede estar relacionado con otras cosas de su vida, tal vez con otras relaciones, con algo no trabajado nunca. Por ahí le han dicho ‘inútil’ y eso puede llevar a una persona a trabajar su relación con los padres, con una pareja, con su niñez. Una palabra puede ser desencadenante de algo que me afectó en mi vida”.
Menor relación presencial
La licenciada Moreira admitió que al ser las redes sociales una nueva forma de comunicarnos, las personas se alejaron del vínculo presencial. “Antes ibas a la casa de un amigo, tocabas su puerta y preguntabas si quería tomar un mate y listo. Ahora no. Con la masividad de las redes el contacto con los otros ha disminuido notablemente, me junto menos, tomo menos mate, salgo menos, visito menos”, aseveró.
Sobre las consultas, aseguró que “no me pasó tener pacientes por las redes sociales pero en las charlas sale el tema de las redes. Estamos atravesados por ella y pueden contar que no les contestaron más, que se separaron por redes sociales…”, reveló.