Este viernes la Comisión Provincial del Té (CoProTé), representada por el sector primario, industrial, secaderos y cooperativas finalmente abrió la mesa de diálogo para ponerse de acuerdo sobre distintos temas de agenda antes del inicio de zafra, que comenzará los últimos días de agosto próximo.
Durante el encuentro, se discutieron diversas cuestiones que vienen afectando al sector agropecuario, destacando la preocupación por la prohibición del uso de glifosato y la falta de chips para la tarea de los secaderos.
Sin embargo, no se avanzó en la cuestión de los precios de referencia debido a que, tanto la industria como los productores aún deben presentar sus respectivas estructuras de costos. Este aspecto quedó pendiente para futuras reuniones, cuando se espera contar con la información necesaria para un debate más detallado.
Solo faltaron a la reunión los representantes de UATRE, pero hubo oportunidad de avanzar con el debate de las inquietudes del sector primario, que viene atravesando diferentes vicisitudes, en especial por la prohibición del uso de glifosato, que es hasta el momento uno de los únicos herbicidas autorizado por los países extranjeros que compran el té misionero.
“En relación a esta problemática en los próximos días volverá a haber una asamblea de productores para analizar acciones. Buscaremos ampliar el plazo de la puesta en vigencia de la Ley de Bioinsumos para que se posponga por otros cinco años la prohibición del uso de ese herbicida hasta que los Bioinsumos cuenten con el aval y las certificaciones que correspondan. No se descarta ningún tipo de protesta, se habló que habría una en la rotonda de Campo Viera para pedir esta prórroga o bien un sustituto aprobado para cumplir con las normas de certificación del té que necesitamos exhibir a los países compradores de nuestro producto para que no nos objeten nada”, contó a PRIMERA EDICIÓN el representante de APAM, quien está próximo a dejar el cargo, Cristian Klingbeil.
El productor y dirigente contó también que se abordó la problemática de la falta de chips para los secaderos, una cuestión crítica que se viene agudizando.
“El último año la complicación fue muy notoria, el valor del chip pasó de 6 dólares la tonelada hasta casi 30 dólares, tal el salto que hubo durante la última zafra”, dijo el productor.
Falta de chip en agenda
“Tocamos el tema de la búsqueda de opciones con biomasa de tacuara para el reemplazo de maderas tradicionales, que además puede ser una alternativa de diversificación de los productores. Volví a insistir con esta idea porque todavía no se hizo ningún estudio de factibilidad y como ahora los secaderos están limitados con el chip y tampoco se trabaja para traer el gas natural, tenemos que trabajar urgente porque de lo contrario vamos a tener un verdadero quiebre de la actividad”, acotó.
En ese sentido, la propuesta del uso de chips de tacuara como alternativa quedó en discusión y se definió que se profundizará en el tema en encuentros próximos para evaluar su viabilidad y posibles implementaciones.
“Otra cosa que pedí es que hay que meter a Misiones dentro del mapa energético del país y que hagan llegar el gasoducto. Necesitamos medidas urgentes porque se avecina una gran crisis”, alertó.
No se habló de precio pero sí del esquema de trabajo
Si bien uno de los objetivos centrales de la CoProTé es ponerse de acuerdo con el precio de referencia, este viernes todos los sectores estuvieron de acuerdo en que no se iba a tocar el tema precio, principalmente por la fluctuación de la divisa que marca el ritmo de la estructura de costos (dólar) blue y la necesidad de subir el tipo de cambio oficial para acortar la brecha entre ambos valores, que volvió a ser bastante importante con la corrida que pegó en las últimas ruedas.
Esto se debe acordar porque los costos de uno y otro lado de la cadena se mueven al ritmo del dólar blue, pero el producto se paga en pesos con la referencia del dólar oficial, que históricamente siempre fue de 10 centavos de dólar.
“Cada año es un poco más complejo el análisis de costos que tenemos que presentar los sectores, ante esto algunos representantes pidieron subsidios para fertilizantes mientras que otro sector lo rechazó, y en eso no se pusieron de acuerdo. Sí pudimos saber que los fondos nacionales que subsidiaban ese ítem sumamente importante ahora están cortados y no van a venir”, aseguró Cristian Klingbeil consultado a ese respecto.
Sin embargo, el encuentro fue crucial para llegar a un acuerdo de cuándo arrancar la zafra, puesto que había rumores de parte de algunos secaderos de estirarla hasta por lo menos diciembre o bien de enero de 2025.
Durante el encuentro la situación se aclaró porque la gran mayoría de los secaderos anunció que quieren arrancar en tiempo y forma, siempre y cuando el clima lo permita y haya brotación.
Si bien hay secaderos que están en duda, se propuso que cada productor o prestador de servicio se acerque a su secadero para coordinar la cuestión.
“Lo hemos recomendado porque es momento de poda, pero si se adelantar demasiado al inicio de acopio puede ocurrir que haya que volver a podar con todo el costo que significa”, sostuvo Klingbeil.
Durante agosto habrá más reuniones, pero ya se sabe que a finales de ese mes es el último plazo para dejar fijada la referencia en los valores del kilo de brote de té puesto en secadero, porque finalmente comenzará la zafra.
Hay que recordar que la CoProTé surgió por ley provincial y uno de sus objetivos principales es atender las demandas de cada uno de los sectores que componen la cadena tealera; fijar el precio ante cada zafra como así también la actualización del mismo, entre otras funciones.