Las reglas de convivencia no significan obligar o forzar al perro a hacer algo solo para nuestro beneficio, es enseñar normas familiares para tener una convivencia pacífica en la que cada miembro del grupo social entienda cómo fluye la relación para evitar conflictos.
Establecer normas de convivencia es algo que sucede en todos los grupos sociales y, en especial, aquellos formados por mamíferos gregarios.
Los perros son la especie social más adaptativa en cuanto a aprendizaje se refiere. Pueden vivir con animales de distintas especies que en la naturaleza serían sus presas y considerarlas parte de su grupo social y nos consideran a nosotros parte de su familia.
Entonces, no les resulta difícil aprender normas de convivencia siempre y cuando se las enseñemos adecuadamente.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que debemos entender la relación como bidireccional y no solo de yo mando sobre ti por que sí. Entonces, si no te gusta que tu perro te salte encima o te moleste cuando estás descansando, no vayas a molestarle cuando él está durmiendo. Si no querés que moleste pidiendo comida cuando están almorzando dale su propio espacio y asegúrate de que nadie le moleste cuando está comiendo.
No sos el único que pone normas, tu perro también tiene derecho ya que forma parte del grupo social. Las pautas no son para establecer jerarquía y determinar que los humanos somos mejores sino para una feliz convivencia en el entorno familiar.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
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