El proyecto OVOP (One Village One Product, en español un pueblo, un producto), tiene en la Capital de las Esencias una iniciativa que avanza, con la finalidad de restituir a los productores de un espacio de venta de la producción de citronella para la generación de aceites que puedan incorporarse a la industria cosmética, entre otros.
El ingeniero Emiliano Díaz colabora desde la Vicegobernación de Misiones con esta propuesta financiada por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón. El además gerente general de MisioPharma, viajará a ese país entre fines de septiembre y principios de octubre a una capacitación junto a otros 13 técnicos que trabajan en los restantes proyectos que el Gobierno japonés tiene en las provincias argentinas.
En entrevista exclusiva con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el ingeniero Díaz brindó precisiones del estado de avances, anticipó que en breve se construirá el Centro de Acopio de citronella en un predio adquirido por la Municipalidad de El Soberbio y reveló que ya existen empresas interesadas en los aceites.
“En Argentina hay cinco provincias con financiamiento del Japón mediante el Proyecto OVOP y una de ellas es Misiones. Nos toca en El Soberbio el desarrollo productivo de esencias de citronella que se busca reactivar, después de la caída por diversos motivos, para seguir una línea que desarrolle la comercialización de esencias en general”, recordó.
Según el último censo de productores de esencias, se producían 60.000 litros anuales, cuya demanda “cayó al no tener una comercialización del producto que, a su vez, les impide tener el dinero para la cosecha. Es una cosecha que se soluciona con la venta. Si venden, tendrán capital propio para la cosecha y, a futuro, pensar en una producción a escala”, aseguró el ingeniero.
Torre de rectificación
Díaz explicó que uno de los problemas que se detectaron en el proceso de elaboración de los aceites esenciales, era la “pureza”. “Por ahí el productor ofrecía un aceite de citronella puro, pero nosotros desde la Vicegobernación, logramos realizar un perfil comatográfico del producto, para que puedan ofrecerlo con un perfil químico. A través de eso, se puede comparar con las normas IRAM 18.520 sobre parámetros de calidad”, indicó el ingeniero.
Agregó que “el aceite de citronella tiene un componente principal, que es el citronella que le da el aroma típico a la esencia. La cantidad de ese componente debe ajustarse a lo que exigen las normas IRAM. Por eso, primero capacitamos, y luego se hicieron los ensayos de análisis de calidad”.
Con esos datos, Díaz explicó que se construyó “una torre de rectificación que permite destilar la citronella en caso de que la misma esté por debajo de las normas de calidad”.
Esa torre está finalizada y “permitirá vender la citronella en los parámetros normados y también destilar una de los componentes que se elija. Recordemos que la citronella tiene diferentes componentes, los terpenos, que definen los aromas típicos del producto vegetal. En el caso de la citronella, tiene citronella”. El ingeniero Díaz explicó que, si se decidiera destilar por separado, “el valor final del producto se vuelve mayor. Hicimos un análisis y pudimos ver que en El Soberbio el litro se vende a 10 dólares mientras que en Buenos Aires se pagan 50 dólares cumpliendo las normas. La idea es que los productores obtengan un valor competitivo”.
El siguiente paso que darán desde la ejecución del proyecto OVOP, es la obra civil. “Estamos construyendo un centro de acopio para que los productores puedan vender sus productos en El Soberbio, se destilarán los terpenos y el valor final agregado va a ser mucho más importante de lo que conocemos hasta ahora”.
Desde la provincia se realizaron charlas incluso sobre cuestiones posteriores al proceso de producción primaria: “en lo que hace al producto, se trabajó con capacitaciones importantes como el conocimiento de un ensayo de calidad, el packaging, el número de registro del producto, las legalidades, entre otros”.
Díaz admitió que la figura legal del emprendimiento sigue en debate, especialmente cuando se defina si estará a cargo de la Municipalidad o de, por ejemplo, una cooperativa de productores.
“Trabajamos en distintos frentes: la producción y la destilación primaria con el productor, luego la industrialización y posventa”, recordó al sumar como un eje extra productivo el futuro circuito turístico para conocer la cadena productiva.
Al ser consultado sobre las fechas de finalización del proyecto para el inicio del trabajo, Emiliano Díaz dijo que “con la torre finalizada se traerá de Córdoba un equipo para destilar y se espera en un mes terminar el centro de acopio. En 2025, la idea es estar a pleno”.
Destino de los aceites
Emiliano Díaz reveló que mantuvo comunicación con empresas privadas para la compra a futuro de los aceites, aunque no quiso dar los nombres en medio de las negociaciones.
“Una de ellas, de Buenos Aires, ya nos comunicamos y está muy interesada en comprar estas esencias y les presentamos los ensayos de calidad. Ellos funcionan como una distribuidora mayorista para vender a granel, a otras empresas de aromatizantes pero los productos fraccionados”, indicó Emiliano Díaz.
En la misma Buenos Aires también hay otras empresas interesadas en comprar no solo citronella sino además menta, romero, entre otras esencias.
Pero, también, la empresa provincial MisioPharma podría adquirir una parte “para la próxima producción de repelente misionero para mosquitos que haremos, con lo cual vamos a necesitar citronella, más allá que le agreguemos dietilamina. Tendríamos que comprar, por cada mil potes de crema, alrededor de cinco litros de esencias. Tenemos pensado producir entre cinco mil y 10.000 potes mensuales, a la espera de cómo reaccione el mercado. En las épocas de casos de dengue, la demanda de repelente se dispara”.
La Provincia piensa en presentar los repelentes en spray y cremas.