No adiestramos al perro en el hábito de usar su cama, es una regla de convivencia que educamos desde cachorro creándole la necesidad de hacerlo. Al principio le costará, entonces debes ser coherente con lo que permitís.
Que vos quieras que duerma en tu cama está bien, pero sabe que esa es una necesidad tuya, no de tu perro y si se acostumbra a dormir con vos le va a costar más dormir solo. Si preferís que no suba a tu cama, no refuerces esa conducta prodigando abrazos y frases amorosas porque se confundirá.
Antes de que tu cachorro llegue, coloca la cama en un sitio donde estará siempre, así identificará ese lugar como suyo destinado a descansar y dormir. Te recomiendo que sea apta para su tamaño y que cuente con un colchón mullido y abrigo para los días fríos. Cuando lo veas en su cama, dormido o descansando, no lo llames ni lo despiertes ya que puede entender que ese lugar no es para dormir.
Desde cachorro, crear hábito es clave. Cuando está en su cama, decís su nombre y lo acaricias para que entienda que está todo bien. Si está costando entender dónde tiene que dormir, usa premios como refuerzo, puede ser un juguete, tus caricias o alguna golosina para perro. Si insiste en subir a tu cama, con un “no” bien asertivo entenderá que eso está mal.
Crear hábitos saludables mejora la convivencia de todos en la familia.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
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