A la hora de educar a tu cachorro tené en cuenta que existen dos contextos, primero es donde creas el comportamiento y es el contexto de aprendizaje, por ejemplo, tu casa. El otro es el contexto operacional donde solicitas el comportamiento y que está lleno de distracciones, por ejemplo, el parque o la plaza.
Pasa como con el aprendizaje de los niños, las aulas en la escuela, las tareas en casa son entornos de aprendizaje donde las variables de distracción están controladas. Sin embargo, aun si el niño tiene incorporadas las 3 operaciones matemáticas básicas su capacidad de resolución inmediata dependerá del entorno. Un entorno operacional carece de las características de un contexto de aprendizaje donde no hay distracciones.
Con tu perro pasa lo mismo. ¿Por qué no obedece a comandos como el “quieto” o a la “llamada” por su nombre en un entorno operativo? Porque tiene muy “agarrado con pinzas” estos aprendizajes y no es capaz de aplicarlo en un contexto donde existan distracciones.
Necesita tener ese aprendizaje automatizado para poder aplicarlo en un entorno operativo donde tendrá muchas más distracciones.
Entonces, al educar a tu perro, sé paciente, no es que ya sabe hacer el “quieto” o acudir a la “llamada” porque lo hace en casa. Hay que ir de a poco introduciendo las 3 variables propias de un contexto operacional: distracción, tiempo y distancia que irás aumentando paso a paso en el entorno de aprendizaje.
Laura Kuperman
Educación Canina.
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