Desde las 14 horas hoas de este viernes, en Dos de Mayo se realizará una asambleaorganizada por la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones (FARM). El objetivo principal de este encuentro es discutir la Ley de Promoción de Bioinsumos, específicamente el artículo siete que prohíbe el uso de glifosato a partir del año 2025. Darío Bruera, representante de la FARM, compartió sus opiniones sobre este tema crucial para los productores en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“Esta reunión es en realidad una asamblea donde varias organizaciones de productores nos juntaremos justamente para poner de vuelta en la agenda esta famosa ley de promoción de bioinsumos donde el artículo 7 establece la prohibición del glifosato a partir del año 2025” en la provincia de Misiones, explicó Bruera, subrayando la importancia de la discusión.
En cuanto a la implementación de la norma, Bruera criticó la falta de debate previo: “En principio, esa ley nunca tuvo debate, nunca llamaron a las partes interesadas, la hicieron, la probaron de entre gallos y medianoche”. La prohibición del glifosato genera inquietud entre los productores debido a su impacto económico. “Queremos que se revea, que se ponga en agenda, si es posible que se derogue ese artículo o que se prorrogue o algo, porque hoy el glifosato es una herramienta que nos permite ser competitivos como productores, nos permite bajar costos”, afirmó Bruera.
Bruera también advirtió sobre las consecuencias de la prohibición: “Vamos a ver nuestro futuro económico muy comprometido porque vamos a tener que recurrir a mezclas químicas mucho más perjudiciales y más olorosas o a métodos de controles manuales que encarecerían el costo de producción y nos dejarían directamente fuera de competencia”.
La asamblea en Dos de Mayo fue organizada en un lugar estratégico para asegurar una alta participación. “La convocatoria es en Dos de Mayo, que es un punto neurálgico céntrico de la provincia, donde esperamos contar con mucha presencia de los productores, de dirigentes de asociaciones, de presidentes y también con los medios, y donde queremos instalar y volver a abrir el debate”, agregó.
Bruera señaló la necesidad de una legislación adecuada: “Entendemos que es necesario contar con algún tipo de ley o legislación que controle el uso, porque como esto es una tecnología, como una herramienta, si la usamos mal también puede hacer daño, pero la prohibición no asegura esto”.
Además, destacó la desventaja competitiva que enfrentan los productores misioneros debido a la proximidad de provincias y países donde el uso de glifosato sigue siendo permitido: “Tengamos en cuenta que nuestra provincia tiene 900 kilómetros de frontera con otras provincias, con otros países, donde el uso es permitido. Imagínense lo que esto nos va a traer a los productores, nos va a dejar fuera de competencia con otras regiones geográficas”.
“Esta medida no protege al consumidor y no cuida al productor, no cuida el medio ambiente porque se van a tener que recurrir a métodos netamente dañinos hacia el medio ambiente, como por ejemplo las labores manuales que descubren el suelo y frente a precipitaciones como las que tenemos en Misiones, lava el suelo, erosiona”, comentó Bruera, en referencia a los problemas de erosión y pérdida de suelo que se vivieron en las décadas del 70 y 80, antes de la introducción del glifosato.
Asimismo se explayó sobre la importancia del glifosato como herramienta agrícola: “Es una herramienta que permitió adoptar la siembra directa, protege el suelo y permite una expansión en la agricultura a nivel nacional y también en todas las regiones de Paraguay, en Brasil, en todos lados y permite que se produzca comida para miles de millones de habitantes en todo el mundo”.
La falta de alternativas viables es otro punto crítico señalado por Bruera: “Hoy no existe una alternativa económicamente viable, tampoco socialmente viable y mucho menos ambientalmente viable porque hoy, si tenemos que recurrir a un reemplazante químico, tenemos que recurrir a mezclas químicas de productos como graminicidas”. Explicó que el glifosato controla una amplia variedad de malezas, y su prohibición llevaría al uso de mayores cantidades de agroquímicos por hectárea, incrementando así el impacto ambiental.
El representante de la FARM también abordó el impacto humano y social de la prohibición: “Es inhumano, imagínense lo que es carpir en verano con 35 grados, desde ninguna óptica es una alternativa viable, o sea, como le digo, siempre hay alternativas, pero no son viables desde el punto de vista ni ambiental ni social y mucho menos económico”.
Finalmente, el productor volvió a criticar la falta de consulta y participación de las organizaciones de productores en la formulación de la ley: “No fuimos consultados, las organizaciones de productores, nadie fue consultado. Entendemos que hay que hacer un uso racional de los agroquímicos, no solamente del glifosato, sino de todos los agroquímicos y esta ley está empecinada en prohibir el uso de una sola herramienta”.
