La vida es un sueño del Gran Soñador
y los sueños, sueños son.
Lo que conocemos como vida es un biológico holograma
soñado por la conciencia que emitió el programa.
En la “nube” estaría esa conciencia
y nosotros el avatar con un mínimo de esa inteligencia
aprendiendo a jugar en la dualidad
el juego tremendo de derrotar la maldad.
En símbolos fue diseñado el programa con que fuimos creado
y luego esos mismos en piedras nos han legado.
Ya es tiempo de descifrarlos,
así de su poder beneficiarnos
y aunque todavía no lo entendamos,
deberíamos ocuparlos y tenerlos a mano.
Encuentro el mensaje que recibí en el 2016 junto con el símbolo de la triple espiral y sobrepuesta una cruz: “El Gran Soñador sueña las Galaxias, los Universos, cuyas formas nos confirman su igual esencia, pues todo lo creado es solo un sueño del Gran Creador”.
En ente símbolo se unen el mundo físico con el mental y el espiritual, bajo la protección y coordinación de la energía Crística, siendo Jesús el Cristo quien comanda esta unión. Y el día es hoy.
Descubro además la conexión con otros sueños. En 2012 me dicen: el movimiento del pensamiento es espiralado y la forma espiral significa espiritual. En 2015 recibí de una ballena, una espiral acuñada en una moneda y al poco tiempo encuentro la espiral en un dije de plata, cuyo significado era: el soñador.
Al llevarme el Universo a encontrar grabado el triskele o triple espiral en Newgrange, en el lugar más sagrado de lo que habría sido un templo Celta alineado al Sol que lo ilumina todos los solsticios de invierno por 17 minutos, comprendí su importancia, su sacralidad, su necesidad de recordármelo para que lo use, especialmente en los tiempos que ya estamos viviendo, como hacían los Celtas para atenuar la furia de los elementos, agua, tierra y aire que él representa. Y todos los otros usos que su espiritualidad nos brinda para ayudarnos a evolucionar en este juego holográfico, hasta poder introducirnos en nuestros sueños conscientemente y crear desde allí el mundo que queramos vivir ayudando a Jesús a unirnos en amor.
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
Escritora/ Escuela de Pensamiento
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