Laura Rodrigues Estévez es editora artesanal y brinda talleres para aprender a hacer libros propios con materiales simples que podés encontrar en tu casa.“Tenemos la idea de que hacer un libro es algo muy lejano, que requiere de grandes editoriales. En el caso de los que escriben, de que alguien te descubra o valide tu trabajo, y yo en mi recorrido, aprendí que no, que uno también puede hacer su libro”, compartió la hacedora de libros con PRIMERA EDICIÓN.
“Está al alcance de todo el mundo el poder hacer su libro, es cuestión de entender algunas técnicas o reglas básicas referidas a pliegues, tamaños y encuadernación”, resaltó.
Laura explicó que las herramientas para hacerlo son simples y que se pueden realizar con materiales que tenemos al alcance o que se pueden reciclar: “No es necesario salir a comprar cosas, se pueden hacer libros con lo que tengamos en la casa: tijera, cúter, cola, regla, hilo, aguja, papeles, y se puede armar. Mi filosofía es usar lo que haya, reciclar”, argumentó.
“Yo reciclo las cajas de las tortas exquisitas, de las galletitas Rex y de las leches en polvo. Esos cartones son buenísimos. A veces los tetra pack también”, detalló.
“Trato de reciclar todo lo que puedo, no solo porque los materiales son caros, sino porque te permiten diseñar una determinada línea estética, así surgieron las editoriales cartoneras como Eloísa cartonera. Uno puede innovar más, crear”, relató.
Además de dictar estos talleres, Laura lleva adelante dos editoriales autogestivas e independientes: la Editorial Pura Posibilidad y Ayvu Ediciones de la Tierra Roja. Su oficio y amor por los libros nacieron en el 2010.
“Me introduje en este mundo cuando conocí la Feria de Libros Independientes y Autogestiva (FLIA) que tiene la filosofía de reparar, aprender a hacer las cosas, salir de la lógica de consumo, quitar intermediarios”, explicó.
“Todos nos podemos enseñar cosas, es importante compartir el saber, yo aprendí así, a mí me enseñaron con paciencia, se sentaron conmigo y me fueron mostrando”, recordó.
El libro como objeto de valor
En un mundo cada vez más lleno de pantallas, el objetivo es recuperar el valor del libro como objeto y volverlo accesible a todos. “Lo digital nunca va a reemplazar la magia que tiene el libro en papel, poder tenerlo en la biblioteca, llevarlo en la mochila, prestárselo a una amiga, subrayarlos, la materialidad tiene otra cosa”, manifestó.
No obstante, no niega las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías: “Sí podemos aprovechar que hay un montón de herramientas digitales y, a su vez, de materiales digitales, que podemos bajarlos al libro en físico”.
Asimismo, remarcó que “comprar libros hoy se volvió súper caro, súper excluyente. A veces quiero leer cosas que no encuentro en las librerías o sus precios son inaccesibles, entonces si esos archivos están libres en internet, los bajo y convierto en libros”.
“Se pueden hacer cualquier tipo de libros, ya sean de un proyecto propio, de algo que se está escribiendo, o textos ajenos de algún autor que le guste o interese”, agregó.
Los talleres
Estévez indicó que las personas que se acercaron hasta el momento a los talleres son autores que buscan autopublicarse, gestoras culturales que tienen a cargo editoriales independientes, talleristas o educadores que buscan reunir sus materiales de trabajo en un mismo objeto físico, pero que el espacio está abierto a todo público.
En los encuentros se comienza enseñando los conocimientos analógicos, que implican el hacer con las manos: “Primero hay que entenderlo con papel, lápiz, regla, goma, tijera. Después recién lo pensamos en términos de programas, incluso sabiendo usar Word o PDF ya lo resolvemos. Obviamente que hay programas de edición específicos para editoriales, pero no hace falta saber usarlos para encuadernar un libro”.
A su vez, enfatizó que quienes deseen aprender deben saber que “lo artesanal conlleva un proceso, implica revalorizar lo lento y las tiradas pequeñas, porque no son escalas industriales”.
El taller consiste en al menos cuatro encuentros de tres horas cada uno, en donde primero se comienza trabajando con el texto: “Vemos si se parte de un PDF o es algo que la persona lo tiene escrito. Determinamos el tamaño de la letra, los márgenes, la tipografía, el interlineado, entre otras cosas, para definir como se traducirían esas páginas en la cantidad de hojas y hacer el compaginado”, describió.
El siguiente paso es la encuadernación. “Hay miles de formas de encuadernación, yo trabajo con dos: cuadernillos que van plegados y cosidos, u hojas sueltas que se pegan y cosen”, especificó la editora. Por último, se trabaja en la tapa y su diseño.
Talleres en junio
El próximo taller tendrá lugar en junio. Las personas interesadas en participar pueden comunicarse al +54 9 3764 58-7470 para reservar su lugar.