El politólogo Julio Burdman aseguró que Javier Milei logró consolidar una imagen positiva en sectores que la están pasando mal económicamente, y afirmó que, según un estudio de la consultora Isasi/Burdman, son “los que más esperanza tienen” en el mandatario hoy.
Al mismo tiempo, sostuvo que los que son “largoplacistas” en su paciencia con el Presidente son la minoría. “Milei tiene que encontrar resultados pronto”, declaró en una entrevista con Radio Perfil.
A continuación los principales pasajes de las declaraciones de Julio Burdman.
La imagen de Milei subió 4% respecto a abril y vuelve a superar el 54%. ¿Qué explicación le encuentra a esto?
Parece una sorpresa, pero en realidad no lo es. No es el único estudio que dio así, muchos otros estudios dieron esta misma tendencia, el Presidente tiene 50% de imagen positiva, y además está creciendo con respecto al mes previo. Esto significa que la gran mayoría, 9 de cada 10 de los que lo votaron en el balotaje, lo sigue bancando, pero también que lo banca un poquito más de gente, gente que quizás votó a Massa en la segunda vuelta.
Eso se debe a que, en primer lugar, Javier Milei está logrando que mucha de esa gente lo vea como una persona que está en condiciones de mejorar la situación económica.
Pero además, y creemos que esta es la clave del resultado, Milei logró consolidar una imagen positiva en varios sectores que la están pasando mal.
Tiene diferentes perfiles de votos, que si uno los va sumando, da una colación importante. La juventud, los trabajadores precarizados, la gente más religiosa, los habitantes del interior del país, son, por lo general, gente que la está pasando mal, pero de alguna forma traduce su malestar en el apoyo a Milei.
Milei es la esperanza de los que están mal, y por eso, aunque estén en esa situación, lo apoyan. Cometen un error los que piensan que los que la están pasando mal van a ser los primeros en abandonarlo. De alguna forma, los que la pasan mal, son los que más esperanza tienen.
¿Esa esperanza, en qué se basa?
Por un lado, Milei logró construir cada una de estas partes del rompecabezas de su apoyo de una manera muy innovadora.
Apeló a los jóvenes como alguien que expresa el voto anticasta y el cambio, logró el voto de los precarizados movilizando el mismo sentimiento antisistema.
Creo que los votantes más religiosos están con él porque representa el conservadurismo social, el antiaborto, ese tipo de valores que muchos argentinos pedían.
Lo más misterioso es el caso del interior. Milei no mueve un pie en el interior, no viaja a las provincias, no hace ningún gesto de interiorismo. Pero, tal vez la forma de llegarle a estos votantes de la región norte, centro y etcétera, es con su agenda.
En el fondo, toda esa Argentina profunda es la que más reclama combate a la inflación, a la corrupción, todo este tipo de cosas que Milei representa mejor que nadie.
De alguna forma él logra encarnar esa agenda de la Argentina profunda que considera que la gran parte de los problemas del país vienen de Buenos Aires y el conurbano, y creen que Milei lo va a resolver.
Creo que la forma en la que Milei logra esta mayoría de disconformes, de gente que la pasa mal, es transmitiendo que es él la persona que resuelve los problemas.
Por un lado es un concepto de esperanza, pero por otro lado esta esperanza está trabajada en cada segmento de los desesperanzados.
El liderazgo de Milei es un producto innovador y que tiene mucho que ver con la forma en la que él llega a todos estos sectores.
¿Cuánto puede durar la paciencia y tolerancia que le tienen los jóvenes a Milei? ¿Cuál puede ser el momento de inflexión?
Ahí está una de estas red flags, banderas rojas, de este estudio. Por un lado está toda la buena novedad de la esperanza de más del 50% de la población, pero cuando preguntamos cuánto dura esto, ahí se ponen un poco más impacientes.
Para casi la mitad de la población ya está, ya está aguantando hasta ahora, hay otra parte que lo bancaría hasta fin de año.
Los que dicen “lo bancamos hasta que haga falta”, los que son largoplacistas en su paciencia en Milei son 20% y monedas. Por lo tanto, el estudio dice que esto no dura mucho más, Milei tiene que encontrar resultados pronto.
¿Concretamente, hasta cuándo se puede mantener esta esperanza si no aparecen los resultados?
Por lo menos, lo que la gente dice, es que le queda poco tiempo. Hay que ver si él, que llegó hasta acá, no logra renovar un poco esas temporalidades limitadas. Por ahora, si nos guiamos por lo que responden, unos meses más.
¿A qué está relacionada esta idea de sacrificio y espera? ¿Al bolsillo, a la inflación? ¿Cuál es la variable más previsible del estudio?
Acá medimos por tema principal, no por un conjunto de temas. Y ahí da, claramente como tema principal, la inflación, lo cual es bastante predecible. Pero después da muy alta la corrupción e inseguridad, en segundo y tercer lugar. Si sumamos estos tres temas, son los tres temas de Milei. Bajar la inflación, destapar los curros, Patricia con la mano dura.
A nosotros no nos dio, como otra gente sostiene, que está creciendo la preocupación por el desempleo y la pobreza, eso es un tema que todavía es marginal.
Pero, justamente, el presidente Javier Milei está ubicado en lo que la gente le pide, o de alguna forma impone esa agenda.
Ese manejo de agenda de parte de Milei es algo superior respecto de la oposición, que habla de temas como los servicios del Estado, la pobreza y el desempleo que son temas que, nadie reconoce como no importantes, pero que hoy en la urgencia de la Argentina están en un segundo plano.
¿Subir al escenario en el Luna Park para cantar y pelearse con insultos con otros presidentes le da crédito en cuanto a la imagen positiva con la gente?
Sí, porque de alguna forma Milei sintetiza todas estas cuestiones de un cambio radical, extremo, que le pide la gente en la figura de alguien que no es político, que es distinto, que viene de afuera y que encarna esa esperanza, porque sabe de economía, pero además, “no está manchado”.
Todo lo que Milei hace, de alguna forma, nos recuerda eso, que Milei es un nuevo, un distinto.
Todo esto sigue abonando la esperanza en Milei, y él lo sabe, por eso siempre juega a mostrarse como que no es político. Los políticos son los problemas, él no lo es. Y como no es político canta, tiene la peluca.
Creo que si el presidente Javier Milei apareciera, finalmente, como un político más, ahí comenzaría el problema.
Por eso él hace todo lo posible para alejarse de ese rol, y lo hace bastante bien.