Tanto costó esto de “volver al mundo” y en cuestión de días “nos volvimos a caer”. Es el problema de gobernar con las tripas y no con perspectiva técnica, acaso una de las mayores falencias de casi todos los gobiernos argentinos y que se sigue advirtiendo en lo poco que lleva Javier Milei como presidente.
Prisionero de su agenda populista ultraconservadora, el mandatario argentino fue a devolver favores a VOX, la pata ultraderechista española cuyo líder, Santiago Abascal, fue uno de los pocos que “me abrazó” (Milei dixit) cuando el argentino todavía era un tibio candidato a la Casa Rosada.
El problema es que esa agenda de favores a devolver incluyó la polémica verborragia del Jefe de Estado sudamericano que cargó contra la primera dama española buscando los aplausos tribuneros de VOX, lo que a la postre decantó en la mayor crisis diplomática con España y la Unión Europea de las últimas décadas.
Si alguien pudiera afirmar que con su viaje Milei iba a conseguir inversiones, adhesiones financieras o desembolsos de fondos, pues entonces esta columna ni muchas otras estarían escritas. Pero lo que consiguió por un par de aplausos condescendientes fue una profunda herida en las relaciones diplomáticas con la Unión Europea, que claramente salió en bloque a apoyar a Pedro Sánchez Pérez-Castejón, presidente del Gobierno de España desde junio de 2018.
“La libertad política, la prosperidad, la cohesión social basada en la redistribución fiscal y el respeto en el debate público son pilares de la UE. Los ataques contra familiares de líderes políticos no tienen lugar en nuestra cultura: los condenamos y rechazamos, especialmente cuando provienen de socios”, advirtió Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Con el daño político evidenciado, resta saber cuán grande será la crisis que Milei ejecutó respecto de los inversores europeos.
Quizás la respuesta está en lo que afirmó Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE): “Son declaraciones fuera de tono. No es el sitio ni el lugar. No es lo que se pide a dos países amigos. España es el principal inversor europeo en Argentina”. Garamendi encabezó así los reclamos y se sumaron empresas de primera línea como Telefónica, Santander, BBVA, Iberia y Naturgy, entre otras…
En gran medida gobernar con visceralidad fue lo que nos condujo a una de las mayores crisis económicas y sociales de la historia nacional. Desde el advenimiento de la democracia casi no se advierte en el trajinar de las Presidencias alguna gestión que no haya caído en la trampa de anteponer las tripas antes que la razón.
Paradójicamente, ello explica en buena medida el triunfo de Milei, quien en ese sentido no solo comete los mismos errores que sus antecesores, sino que los agrava cuando redobla la apuesta nada más que porque “se le canta”.