Pasaron más de ocho años para que comenzara el juicio, pero en la primera audiencia debió suspenderse cuando el tribunal confirmó que uno de los abogados defensores era representante de los dos acusados más comprometidos por el crimen de Nicolás “Junior” D’Amico (35) y que tienen acusaciones cruzadas en sus testimonios de indagatoria en la causa.
En sus declaraciones ambos se desligan apuntado al otro la autoría material del asesinato, lo que se convierte en un caso de intereses contrapuestos para el defensor.
Francisco Clavelino Aguirre, Horacio Gabriel Paniagua y Jorge Erasmo Villalba (subrogante), componen el Tribunal Penal de Oberá para el debate que debió suspenderse ayer apenas finalizó la lectura de la elevación a juicio.
En ella se oyeron principalmente las declaraciones de Diego y Gustavo Benegas, Jonathan y Diego Gutiérrez y Gustavo García, que estuvieron en la carnicería “La Rueda” de Oberá, donde asesinaron a D’Amico el 30 de octubre de 2015.
Diego Benegas declaró en la etapa de Instrucción que “Junior” lo esperó en su oficina con un arma sobre el escritorio. Por eso él entró allí por si acaso con un hierro que lo clavó en una plantera. El cobrador del frigorífico de Lobos (Buenos Aires) le apoyó la pistola en el pecho para que pagara los 350 mil pesos de deuda. Según su versión, en eso entró Jonathan agarró el hierro y lo golpeó en brazos y piernas, para luego pegarle en la cabeza y rematarlo con una puñalada en el cuello.
Por su parte en la declaración de “Johny” Gutiérrez, este dijo que Diego lo hizo pasar a “Junior” a la oficina y le dijo a él que “esté atento”. Tras escuchar un grito entró corriendo y vio que Diego Benegas le había dado con hierro en la cabeza a D’Amico.
Cuando el presidente del Tribunal abrió las consultas de las partes, Matías Olivera, defensor oficial y a cargo de la defensa técnica de los hermanos Diego y Gustavo Benegas y Jonathan y Diego Gutiérrez, señaló: “Surge de la lectura del requerimiento en términos más o menos resumidos, que el señor Diego Benegas dice que Jonathan Gutiérrez lo golpeó en la cabeza y lo mató a “Junior” D’Amico y el señor Gutiérrez dice que quien lo llevó a cabo fue Diego Benegas. Por mi lado, por una cuestión lógica, no solamente tiene que ver con una falta de confianza de ellos hacia mi, sino una falta de coherencia, puesto que además de ser funcionario público podría yo incurrir en un delito. No puedo representar a los dos. ¿Qué objeto tiene llevar a cabo un debate que va demorar varios días para que después sea declarado nulo?”, preguntó Olivera.
Sostuvo que su rol era el de presentarse a dar la defensa técnica. “¿Cómo llevar adelante una defensa entre imputados que tienen intereses contrapuestos? Entonces, llevar a cabo un debate en el que parte dos acusados pueden ser condenados a prisión perpetua, además de poco serio e ilegal sería injusto. Por ello, solicito que se dé intervención a un defensor subrogante”.
Seguidamente Aguirre, presidente del Tribunal solicitó la opinión de la querella de la familia D’Amico encabezada por Claudio Katiz, quien dijo que el defensor oficial debió prever este conflicto en su debido momento. Pero, para evitar nulidades, estaba de acuerdo con que el Tribunal definiera.
Por su parte, el fiscal Estanislao Bys, manifestó que sería imposible para Olivera realizar la defensa en estos términos.
Luego de un cuarto intermedio, los jueces decidieron hacer lugar al planteo de Matías Olivera y determinar un tiempo prudencial para que se designe y sume otro defensor.
Acto seguido, Olivera aclaró que continuará como representante de Jonathan y Diego Gutiérrez. Por lo tanto, los hermanos Diego y Gustavo Benegas deberán buscar un nuevo defensor.
El Tribunal de Oberá confirmó luego que las nuevas fechas para el debate serán del lunes 1 al viernes 5 de julio próximos.
“Para que Junior descanse en paz”
Victoria, la hermana de “Junior”siguió la primera audiencia a metros de María Alejandra Abrantes, quien estuvo en la misma mesa junto al querellante Claudio Katiz y sus colaboradores.
Ambas vestían remeras con la leyenda de pedido de Justicia por el asesinato del hombre que entonces tenía 35 años. Victoria tenía un par de cuadros con fotografías de Nicolás, pero al menos ayer no halló el momento preciso para mostrarlo frente a los sindicados como autores y encubridores del homicidio.
Entre lágrimas y para no quebrarse completamente, María Alejandra solo expresó que quería “justicia para Junior”.
Victoria en tanto subrayó estar “dolida e indignada porque seguramente el defensor ya sabía de antemano el conflicto de intereses”. “Respetamos la decisión del Tribunal. Esperamos que se llegue al final de esto, que haya justicia para mi familia y que Junior descanse en paz”.