Aunque es “positiva” la reducción de tasas de interés para pagar en cuotas con tarjeta de crédito porque alentará el consumo que viene cayendo en picada, “la realidad es que no mueve la aguja”. Así lo remarcó el empresario del rubro electrodomésticos, Carlos D’Orazi.
Para D’Orazi, lo importante que no se está considerando es que “el consumidor sigue teniendo las mismas necesidades, pero las posterga porque no le alcanza la plata porque perdió su poder adquisitivo y además porque el interés de las cuotas para hacer una compra financiada no justifica pagar dos veces y media el mismo producto”.
Según las declaraciones de este empresario comercial a PRIMERA EDICIÓN, “con el advenimiento de la reducción en las tasas estimamos que vamos a tener un panorama más alentador”, reconoció.
“Con estos cambios, la diferencia entre pagar en efectivo y hacerlo en cuotas será bastante más poca y un comprador, al ver que le conviene financiar el artículo del hogar que necesita, puede ayudar a decidirse. Pero, ¿ qué pasa?”, se preguntó.
“Hay una realidad, cuota simple se mantiene en seis cuotas y hoy, por más que un comercio te dé cero interés, como es el beneficio del Ahora Misiones, no sirve”, se contestó a sí mismo.
Y aclaró: “No hay artículo hogareño, un lavarropas o heladera que sea inferior a los 600 mil pesos en costo total”.
En esto, para D’Orazi el dólar tiene mucho que ver porque “en Argentina no hay una industria propia, todo se importa, por más que se ensamblen las piezas aquí, son artículos importados que se traen en dólares”, acotó.
El Estado “no la ve”
La reducción de tasas (ver recuadro) otorga al sector, a decir del empresario que maneja una red de casas del rubro en Posadas e Ituzaingó (Corrientes), “una pequeña mejoría y bienvenida sea, pero estamos lejísimos de la solución para levantar el consumo”, sostuvo.
De acuerdo a la mirada experta del empresario, con más de 40 años en el negocio, para recuperar al sector hay dos caminos:
“Un aumento que sea realmente importante del poder adquisitivo de la gente o una reducción de los intereses y una mayor financiación para que la gente tenga las tarjetas libres para comprar en cuotas. ¿Qué quiero decir con esto?: Si no hay 12 cuotas es imposible pensar que habrá una recuperación. El Estado nacional no lo ve”.
“Si tengo que analizar este complejo panorama que estamos atravesando, estoy obligado a decir que esa mejora, por más que es muy bienvenida, no nos soluciona a nosotros las complicaciones del rubro”, remarcó el empresario.
“Pensemos una cosa”, pidió, “no importa donde ajuste cada uno lo que le quede en libertad o disponibilidad en la familia, pero la ecuación es sencilla: el 50% o más del sueldo te lo lleva la comida. Entre el 10% y el 15% te lo lleva el pago de la luz, ni hablar del costo de los otros servicio fijos. ¿Qué te queda para consumo con los sueldos tan deprimidos?”.
“Además que, salvo los artículos de nuestro rubro, todo sube mes a mes, por empezar la nafta para quien tiene auto o el pasaje en colectivo, que le cercena los ingresos a los trabajadores”, reflejó luego.
Despidos y cierres
La realidad verdaderamente importante, en dichos de Carlos D’Orazi es que la cruda realidad económica se está llevando por delante puestos de trabajo y hasta ha obligado al cierre de comercios, algunos de ellos tradicionales.
“A mí me lastima mucho lo que está pasando, están empezando los cierres comerciales y los despidos. Y es sencillo ver lo que se viene: en la medida que se cierren locales, por más pequeños que sean, volver a levantarlos o reabrirlos es una tarea muy difícil. Lo más probable, es que esa gente que ahora tiene trabajo en el sector privado deba ser absorbido o por mercado informal o los que tengan más suerte, en el sector estatal. Con ese escenario en desarrollo, al Gobierno provincial se le avecina un grave problema de la mano de los negocios informales que no tributan, que va a seguir desplomando la recaudación”, anticipó.
“Probablemente lo que el comercio derrama sea mínimo para la Provincia, pero no se debe subestimar el impacto en las municipalidades, por ejemplo, y tampoco el efecto dominó en todas las demás ramas de la economía”, finalizó.
Cómo quedó Cuota Simple y qué busca la gente
El programa Cuota Simple, que vino a suplantar los “Ahora” de Nación, se ajusta al mismo coeficiente que la tasa de política monetaria establecida por el Banco Central. Esto implica que cada vez que el Banco Central reduce la tasa, automáticamente ocurre lo mismo con las tasas de interés para pagar en cuotas del plan gubernamental.
Luego de estos cambios, para aquellos que deseen pagar en cuotas fuera del programa oficial, que se aplica únicamente a tarjetas emitidas por entidades bancarias, las tasas son considerablemente más altas, a pesar de que han disminuido y continuarán haciéndolo en los próximos días.
Con ese panorama, las tasas para las seis cuotas fuera del programa, que antes se encontraban en un 184%, han descendido al 150%, mientras que para las doce cuotas, que tenían una tasa del 193%, ahora se sitúan en el 157%.
Sin embargo, este ajuste no es instantáneo; se requiere esperar algunos días. Aquellos que planeen realizar una compra a través del programa oficial deberían considerar esperar hasta el martes que es cuando entraría en vigor la nueva tasa, la cual disminuirá del 70 al 60%.
En Misiones, los “Ahora” permiten compras hasta en 6 cuotas sin interés, pero el recorte de los plazos de 12 a 6 cuotas es lo que más afectó al mercado, entonces las ventas se reducen a las necesidades del momento, según Carlos D’Orazi.
“Las caídas de las ventas son preocupantes, la gente compra algo si necesita urgente. No se vende nada más allá de eso, por ejemplo en estos días de lluvia se vendieron un poco más de secarropas, pero esa golondrina no hace un verano. En cuanto a los artículos de calefacción, que arrancan desde los 28 mil pesos, todavía no hay ni consultas y muchos menos compras”.