Dios fractalizó su conciencia por Su Voluntad
dándonos a todos igual divinidad.
Sabiendo que luz es la conciencia,
que energía electromagnética llamó la ciencia
y la idea que tienes de ti mismo el objeto,
debes cuidar muy bien este concepto
para que la sombra que crees
sea el mundo que quieres.
Como eres un humano proyector
tu realidad es una proyección de tu interior,
o sea que la sombra de la caverna de Platón
es lo que tú crees y hoy llamamos proyección.
Es esa realidad que antiguos denominaron ilusión,
por lo que debemos mejorar es la imaginación.
Es menester imaginar belleza, abundancia y bondad
para desterrar de este mundo a la maldad.
La caverna de Platón: los hombres encadenados miran sus propias sombras proyectadas por la luz que viene de la entrada de la caverna. Uno de ellos se suelta y sale, maravillándose de ese mundo de luz y cuando vuelve a decirles a los otros que se desencadenen, éstos se enojan y lo apalean hasta matarlo.
La luz es tu propia conciencia que proyecta su luz; el objeto que produce la sombra son los encadenados y es la forma en como te percibes a ti mismo, esa es tu cárcel mental y la sombra es la realidad.
Esto que Platón nos cuenta como un mito, fue lo que después le ocurriría a Jesús, que solo había venido a decirnos lo poderosos que éramos, siendo que somos un fractal de la conciencia de Dios. De ahí la persecución de las sociedades secretas que transmitían esta Verdad de boca ha oído.
Entonces, si no te gusta la sombra, o sea tu realidad, no luches tratando por cambiarla porque esta es solo una sombra, el efecto de la luz de tu conciencia que incide en el objeto que es tu autoconcepto, por lo tanto, lo que debes cambiar son tus imágenes mentales y tu monólogo interno.
Primero debes descubrir de qué manera estás pensando e imaginando para luego entrar a otro estado de conciencia, de salud, riqueza o cualquier estado que de ser que quieras y permanece en él sin importarte la información contraria que recibes del exterior. Solo hay una fórmula: ignorar el exterior y prestar atención a tu verdad interior.
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
Escritora/ Escuela de Pensamiento
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