Culminó la ronda de testimoniales en el Tribunal Penal de Oberá, donde desde el martes juzgan a dos policías por la muerte de un colono de la zona de El Soberbio, a quien supuestamente confundieron con un contrabandista. Ayer fue el turno de peritos de Gendarmería Nacional y de un forense. El eje de los testimonios giró en torno a la distancia a la que fueron efectuados los disparos contra el vehículo en el que circulaba Reinaldo Andrade (37).
Los especialistas de la Fuerza Federal declararon por videoconferencia y según lo que expusieron, lo que quedó nuevamente en resumen de esos testimonios es que los tiros fueron efectuados desde una corta distancia, es decir, por segundo día consecutivo se dio por supuesto que (según la instrucción de la causa) al menos uno de los disparos efectuados por el oficial Matías Lohn (34) fueron a la altura de la luneta. Precisamente, uno de esos disparos mató a Andrade.
También dio su testimonio un médico patólogo que en la jornada del miércoles no había podido presentarse por problemas de salud. Este profesional ratificó todo lo que había expresado en su informe pericial respecto a las muestras que le habían sido enviadas para su análisis. Igual que su otro colega forense, los rastros dejados por el paso del proyectil en el cerebro de Andrade dieron cuenta de un disparo hecho a corta distancia, prácticamente una presunción de ejecución, según se desprende de ese estudio.
Ante la evidencia médica que fue desplegada por los forenses en el segundo día de audiencia, la defensa de los acusados pidió que permitieran la comparencia de peritos de parte. Se trataba de efectivos de la Policía de Misiones en actividad. Llamó la atención la presencia de ambos cuando justamente el debate se lleva a cabo contra camaradas de la misma fuerza.
En sus dichos, uno de ellos que trabaja en una División de Verificación de Automotores, puso en duda que los tiros hubieran ocurrido a corta distancia. El otro testimonio de parte fue de una perito, quien basó sus dichos en base a las pruebas de guantelete de mano derecha tanto a Lohn como al suboficial Fabio Boges y a la misma víctima.
Las testimoniales culminaron ayer y la audiencia pasó para el martes próximo, cuando será el turno de los alegatos para que luego se conozca la sentencia contra Lohn y Boges. Están acusados respectivamente de “homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad, agravado por el uso de arma de fuego” y “partícipe necesario del delito de homicidio calificado, por ser integrante de una fuerza de seguridad, agravado por el uso de arma de fuego”.
