Hoy nos deseamos “Felices Pascuas” o “Feliz Pascua” porque ambas expresiones son consideradas sinónimos y lo reafirma la Real Academia Española (RAE).
Estamos en el día más importante del año para los católicos y es tan importante que mundialmente hay celebraciones de todo tipo.
Recordemos que las Pascuas tienen su origen en el pueblo judío que hasta hoy celebra nada menos que el paso por el Mar Rojo, en su liberación de la esclavitud de Egipto. Este año el Pesaj será en abril porque las fechas no son coincidentes con el calendario católico.
La Pascua hoy es la Resurrección de Jesús, el que liberó de los pecados a los cristianos. La cruz es de liberación y no de sufrimiento, pues eso ya lo pasó el Hijo de Dios. El “paso” de Jesús de la muerte a la vida sigue siendo el mayor Milagro de Dios.
Lo más importante hoy es esa sensación de liberación, de amor, de felicidad que podemos sentir cuando nos ponemos la mano en el corazón y en el silencio agradecemos la vida, dejamos de lado los rencores, las peleas, celos, envidia y todos los malos sentimientos que pululan en el mundo para dar paso solo a la luz que ilumina el camino de la alegría, abundancia, felicidad, cariño y todo lo que podemos sumar en un estado de profunda fe.
Lo que no se ve, lo que no se toca, pero sí se puede sentir, eso es la fe y ante ese hecho todo el mundo decide celebrarlo. Cada comunidad a su manera, en los distintos confines de la tierra y como el ser humano es creativo, compartimos algunas expresiones que van más allá de los huevitos, las roscas y los chocolates.
Los jarrones de Corfú
Una remota isla de Grecia, (remota para nosotros claramente) es tan particular que muchos turistas la vistan para estas fechas santas para poder participar de las celebraciones. “¡Semana Santa es mi época favorita en Corfú!”, confiesan y es que, en esta isla griega, tirar objetos de cerámica por la ventana llenos de agua o vino el domingo de Pascuas trae buena suerte durante el resto del año.
Todo comienza el sábado denominado de Gloria, “a las 11 de la mañana, esperamos al repique de las campanas, que anuncian la primera resurrección de Jesús, como lo llamamos los griegos, previa a la que tiene lugar la medianoche de ese mismo día”. Es el momento en que los sollozos por el sufrimiento de Jesús dan paso a la alegría y al ruido de la cerámica al romperse. De hecho, en la isla compiten por tirar la mayor jarra (vasija), que se llevará el aplauso más caluroso de la gente.
Se cree que la tradición es de origen veneciano, donde en Año Nuevo acostumbran a tirar las cosas viejas para que el nuevo año les traiga nuevas, un origen pagano.
Como el domingo de reducción es el paso de la muerte a la vida, entonces todo lo malo muere para dar paso a la vida de lo bueno. Así esas vasijas llenas de vino viejo van a parar al suelo desde los balcones y frente a un público muy entusiasta.
También entienden que romper los jarrones simboliza la llegada de la primavera así como se suma la nueva cosecha, que se guardará en nuevas vasijas.
Los Judas al fuego
Los días de la Semana Santa se consideran como una oportunidad para limpiarse del mal. Es morir a todo lo que vivimos para renacer o resucitar hoy.
En México por ejemplo, en varias localidades realizan “la quema de los Judas”; es el típico gran muñeco que acá se quema en San Juan, allá queman a la figura de Judas, el discípulo que traicionó a Jesús por 30 monedas de plata.
La curiosidad australiana
Los conejos de Pascua son una de las figuras más populares comercialmente hablando en casi todos los países. Sin embargo, no era el caso de Australia porque los conejos no eran bien vistos.
Expertos de National Geographic afirmaron que los conejos causaron un gran daño ambiental en ese país e incluso -para algunos profesionales- la introducción de los conejos fue uno de los casos de mamíferos invasores que se propagó más rápidamente en la historia.
En 1991 se lanzó el Rabbit-Free Australia a través de una ONG para crear conciencia y fomentar la acción de erradicar a los miles de conejos salvajes se lanzó una campaña para reemplazar el popular “conejo de Pascua” por el “bilbie de Pascua”, un bandicut -familia de mamíferos marsupiales parecidos a una rata- con orejas alargadas. Este animal habita en el desierto australiano y tiene una figura similar a la de los conejos.
Una vez instalado el cambio de representante festivo de la Pascua, las empresas y comercios de dicho país comenzaron a producir chocolates, juegos, elementos decorativos y representantes de la Pascua con forma de bilbie. Aunque seguramente habrá algunos conejos comerciales desplegando encantos.
De más está contar por qué son el conejo y el huevo los más populares, pero haremos un recordatorio.
El huevo simboliza la vida y los conejos la reproducción, la fertilidad, la multiplicación de la vida. Así quien los tenga en su poder estarán simbolizando la abundancia y vida en sus hogares.
También hay brujas
Es en Finlandia donde los niños se disfrazan de brujas para esta época y van de puerta en puerta, llevando ramitas de sauce decoradas con plumas de colores y papel crepé como símbolo de bendición
Se parece a Halloween, pues los disfraces son para espantar a los malos espíritus. Así las diferentes culturas, con sus colores y preferencias, pero todos celebran.
La energía que perdura
Cuenta la historia que durante las décadas de 1870 y 1880, cuando la Pascua se comercializó, los escaparates de las tiendas estadounidenses empezaron a reflejar la decoración cada vez más ostentosa de los altares estadounidenses. Los modistos y modistas reflejaron entonces esos temas en la ropa de las mujeres. Como resultado, la moda de Pascua (y los llamativos sombreros de Pascua) se hicieron populares entre las mujeres estadounidenses, dando lugar a los “desfiles de Pascua” anuales en los que la élite bien vestida de las ciudades desfilaba en público.
La tradición católica fue siempre asistir a la misa con tu mejor ropa y más cuando se trata del Domingo de Pascuas, el día más especial del año religioso. Luego eso ya se fue perdiendo y si bien cada quien asiste con respeto a la ceremonia, puede que bien vestidos, con prendas limpias y perfumadas, pero ya no se piensa en pompas sino se pone el acento en el sentir, en poder conectar con el salvador de los cristianos.
La energía de introspección continúa y todos podemos seguir viendo qué cosas podemos cambiar para vivir más felices y libres de todo remordimiento, enojo o dolor.
(Por Rosanna Toraglio) Fuentes: publicaciones webs.