Debía cuidar a su nieta mientras sus padres salían a trabajar pero la sometió durante cinco años, entre los 8 y 13 de la víctima, a que guardara silencio porque sería torturada y porque su cuerpo le pertenecía “solo al abuelo”.
El caso, cuyos detalles mayores PRIMERA EDICIÓN se reserva su publicación, fue denunciado poco después de julio de 2021, en Nueve de Julio, localidad próxima a Eldorado. La menor rompió el silencio y señaló quien fue su victimario.
El acusado de reiterados hechos de abuso sexual contra la pequeña acordó, durante las últimas horas, una condena de once años de prisión efectiva mediante un acuerdo de juicio abreviado ofrecido por el fiscal del Tribunal Penal de Eldorado, Federico Rodríguez.
De esta manera y con la confesión firmada, resta la audiencia de visu con los jueces del Tribunal para que se homologue la condena y se inicie la ejecución penal de la sentencia por “abuso sexual simple reiterado en número (cantidad de hechos) no determinado, en concurso real y abuso sexual con acceso carnal, dos hechos, calificados por el vínculo en concurso real y promoción de la corrupción de menores calificado por la edad de la víctima y por el vínculo en concurso ideal y todos en calidad de autor”, artículos 119 y 125 del Código Penal Argentino.
De acuerdo a la acusación, los abusos fueron reiterados y se iniciaron con tocamientos e insinuación constante a actos sexuales en 2018 cuando la víctima tenía 8 años y sus progenitores la llevaban a la vivienda de sus abuelos en la citada localidad, porque allí la cuidarían, presuntamente. Cinco años después, la niña fue accedida carnalmente por el abuelo.
La violación se registró cuando el acusado la llevó en su automóvil una mañana (de junio o julio de 2021) hacia el bar de la abuela en la misma localidad, pero se desvió en un camino terrado y detrás del vehículo le arrancó la ropa y la ultrajó. Obligándola además al silencio: “No le cuentes a nadie porque va a ser mucho peor, te voy a torturar”.
Pocos días más tarde y por la noche, la menor volvió a ser violada por su abuelo, esta vez en una habitación de la vivienda del agresor. El acuerdo con el fiscal Rodríguez fue firmado ayer y se evitó que el juicio oral se realice tal y como estaba agendado.