La autopsia al cuerpo de Juan Carlos Benítez, sargento de la Policía de Misiones, confirmó ayer al juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, que el deceso fue por suicidio.
De acuerdo a las fuentes consultadas por este Diario, el suboficial de 47 años y acusado de abusar de una hija adolescente de su pareja, murió por el disparo que se efectuó con la mano derecha en la sien derecha. Y esto coincide, entre otros puntos, con el arma hallada a su lado el jueves a las 14.30 en la orilla del río Paraná frente a la autovía Acceso Sur y al barrio Ñu Porá, en Garupá.
Una pistola Browning calibre nueve milímetros, reglamentaria asignada bajo su responsabilidad de funcionario público, fue la secuestrada por los peritos de la Policía Científica de la fuerza de seguridad provincial.
Con el informe preliminar del Cuerpo Médico Forense al juez de la causa, se estima que en los próximos días y formalmente, el expediente será considera como “extinguido” por la muerte del único acusado de los delitos contra la integridad sexual que fueron denunciados el 15 de febrero en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional X.
Dos semanas buscado
Como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN, Benítez se profugó el viernes 16 de febrero, pocas horas después que su pareja le pidió que se fuera de la vivienda que compartían en el barrio Lomas del Sol en Garupá.
El padre de la víctima radicó la acusación en representación de la menor.
Su hija le relató que desde que tenía 15 años su padrastro abusaba de ella. Se remarcó en la denuncia y luego en el Juzgado de Instrucción 1 que los ultrajes sexuales se iniciaron con tocamientos de genitales en el horario en que su madre salía a trabajar y en la vivienda se hallaba su padrastro de franco o aparecía repentinamente, cuando se suponía que estaba de turno en el Comando Radioeléctrico Santa Clara de la Unidad Regional X, donde estaban asignadas sus funciones.
El juez Marcelo Cardozo dio la orden de detención y con la colaboración de investigadores integrantes de la división Delitos Sexuales de la Policía y de peritos informáticos de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC) del Superior Tribunal de Justicia, se pudo establecer que, durante doce días, el celular de Benítez impactó en antenas de Corrientes. Se inició un rastreo más cerrado pero el policía se movió a tiempo.
Alrededor de 48 horas de que se suicidara, los reportes de antenas de telecomunicaciones señalaban el encendido del teléfono en Posadas y Garupá.
El jueves a las 14.30, en una zona que Benítez conocía porque también se dedicaba a la pesca, lo encontró un vecino con un balazo con orificio de entrada en la sien derecha y salida en el lado opuesto del cráneo.