Variables que van más allá de lo deportivo. El posadeño Ricardo Báez (27) se quedó ayer nuevamente cerca de la clasificación, pero una lesión lo marginó de obtener el pasaje a los Juegos Olímpicos de París 2024 en el Preolímpico que se realizó en Acapulco, México.
El representante de Misiones Lucha arrancó ayer la jornada en la categoría hasta 97 kilogramos con una clara victoria sobre el chileno Matías Uribe Sepúlveda, por 10-0, que le permitió avanzar a los cuartos de final.
En esa instancia, Ricky enfrentó al venezolano Cristian Sarco Colmenarez. El misionero ganaba por 6-2 pero a falta de 1m37s para el cierre del combate, Báez sufrió una lesión en el esternón que no le permitió continuar. Quedó así a las puertas de semifinales y, tal como había ocurrido en la previa de Tokio 2020, a solo dos triunfos de la clasificación olímpica. Una verdadera pena.
y“Iba ganando por 6-2, cuando sufrió el desprendimiento de parte de las costillas que se unen al esternón. Teníamos buenas expectativas, pero estas son variables que se salen de nuestro control”, reflexionó ayer ante EL DEPORTIVO el entrenador Adrián Báez, referente de Misiones Lucha y padre de Ricardo.
De todas maneras, más allá de lo sucedido, la presencia de tres misioneros en el Preolímpico de Acapulco marca un antes y un después para la lucha de la tierra colorada. “Estamos más que satisfechos con la actuación de los chicos, el hecho de estar en esta instancia ya es un logro, hay que disfrutarlo y seguir trabajando para los próximos compromisos, la vida siempre da revancha. Ahora hay que seguir mirando hacia adelante”, cerró Adrián.
Vale resaltar que el combate de Báez marcó ayer la despedida del sueño olímpico para los misioneros, que había arrancado el miércoles con Mauricio Lovera (23) en lucha grecorromana hasta 67 kilogramos y continuó el jueves con Camila Amarilla (21), en lucha femenina hasta 57 kilogramos. Los dos cayeron en la ronda clasificatoria, en lo que fue el debut absoluto para ambos en un Torneo Preolímpico.