Durante catorce días el paradero de un suboficial de la Policía de Misiones fue un misterio. Lo buscaban por orden del juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, tras ser denunciado por la expareja de su concubina y padre de una adolescente de 17 años de quien habría abusado sexualmente durante dos años, de manera reiterada y con acceso carnal.
Ayer la orden de captura cesó. Al sargento Juan Carlos Benítez de 47 años lo encontraron sin vida y con un disparo calibre nueve milímetros en la cabeza y al borde del río Paraná, a cuatro metros de las vías del tren internacional en el tramo frente al barrio Ñu Porá de Garupá, en el Acceso Sur a la capital provincial.
Se profugó el viernes 16 de febrero, pocas horas después que su pareja le pidió que se fuera de la vivienda que compartían en el barrio Lomas del Sol en Garupá.
El padre (50) de la víctima de abuso sexual concurrió a la Comisaría de la Mujer y la Familia de la Unidad Regional X en el barrio Fátima y radicó la acusación en representación de la menor de edad. La noche anterior (15 de febrero) su hija le había relatado que desde que tenía 15 años su padrastro abusaba de ella.
La denuncia fue ratificada luego en el Juzgado de Instrucción mencionado e incluyó relatos de ultrajes sexuales que se iniciaron con tocamientos de genitales en el horario en que su madre salía a trabajar y en la vivienda se hallaba su padrastro de franco o aparecía repentinamente, cuando se suponía que estaba de turno en el Comando Radioeléctrico Santa Clara de la Unidad Regional X, donde estaban asignadas sus funciones.
El juez Cardozo emitió la orden de detención, tal como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN, pero el sargento ya no se encontraba en la provincia.
Con la colaboración de pesquisas integrantes de la división Delitos Sexuales de la Policía y de peritos informáticos de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC) del Superior Tribunal de Justicia, se pudo establecer que, durante doce días, el celular de Benítez impactó en antenas de Corrientes. Se inició un rastreo más cerrado pero el policía se movió a tiempo.
El martes y miércoles de esta semana, los investigadores mencionados comenzaron a buscarlo con mayor celeridad y recursos en Posadas y Garupá, cuando los reportes de antenas de telecomunicaciones señalaban el encendido del teléfono en esta jurisdicción.
Ayer pasadas las 14, en una zona que Benítez conocía porque también se dedicaba a la pesca, un vecino lo ubicó frente al barrio Ñu Porá, con un balazo con orificio de entrada en la sien derecha y salida en el lado opuesto del cráneo y su pistola reglamentaria (Browning con la numeración 187.224) a su lado.
Se dio aviso a las autoridades pertinentes y se realizaron profundas labores periciales en el lugar sobre el cuerpo y en los alrededores.
Estas tareas fueron desplegadas por la Dirección Policía Científica y comunicadas al juez de turno, quien ordenó el traslado del cadáver y la autopsia en la Morgue Judicial de Posadas.
El celular de Benítez también fue hallado en el lugar y según las fuentes contactadas por este Diario, el último llamado, mensaje y movimiento del aparato se registró a las 23.30 del miércoles. Por lo que se especula que el suboficial se quitó la vida quince horas antes de ser descubierto.