Elisa De Souza declaró ayer ante el Tribunal Penal 1. Solo solicitó que el acusado de intentar asesinarla, su expareja, no esté presente en la misma sala. Luego se sentó frente a los jueces y ratificó lo que sufrió hace siete años cuando Manuel Rivero “premeditó, planeó y ejecutó” dispararle, según recordó la amenazó: “Yo te voy a matar porque si no sos mi mujer, no vas a ser de nadie”.
Elisa relató su pesadilla durante la segunda jornada de debate oral al correntino de 59 años acusado de intentar quitarle la vida a ella cuando buscaba auxilio en la calle, frente a una parada de colectivos del barrio San Marcos, hasta donde corrió cuando en su vivienda la sorprendió Rivero y dejó caer un arma sobre una silla para amedrentarla.
“Él planeó todo para ese día (14 de diciembre de 2016), me pidió que mis hijos fueran a Ituzaingó para que yo me quedara sola en la casa. Me levanté a las 6 y al rato escuché un ruido detrás mío y lo vi armado (…) me dijo: ‘Yo te voy a matar porque si no sos mi mujer, no vas a ser de nadie’”.
Manifestó que su reacción fue empujarlo y correr hacia la calle por detrás de su casa: “No sabía qué hacer, comencé a gritar y vi a un chico en la parada de colectivos, me ayudó y me dijo que me pusiera detrás de él. Intentó frenarlo (a Rivero) pero le disparó a la mano del muchacho con la que intentaba pararlo. Ese disparo le atravesó la mano y me pegó a mí en el brazo. Después me tiró dos tiros directamente en el pecho y me caí al piso. Escuchaba voces y gritos de mucha gente hasta que me subieron a una camioneta y me llevaron al hospital”.
El hecho fue relatado por De Souza y luego contextualizado con sus respuestas a las preguntas de los abogados querellantes Santiago Larrea y Ariel Fernando Pianessi. “Toda la vida juntos fue violento conmigo. Siempre me amenazaba que debía estar con él (…) la violencia era constante física y psicológica. Al principio de la relación se cuidaba frente a los chicos, pero después ya no le importaba”.
“Al año de lo que me hizo (tentativa de homicidio) volvió a amenazarme por teléfono desde la cárcel y dijo que iba a volver a hacer lo mismo, que iba a suceder lo peor”.
“Él siempre me amenazó que me iba a matar, por más que haya hecho muchas denuncias, pasaban los seis meses de restricción de hogar y volvía peor. Constantemente me amenazaba con un cuchillo de carnicero. Una vez fue uno de mis hijos el que le quitó el cuchillo de la mano. Después, con nuevas restricciones siguió ya sin respetar nada”.
David Rivero, uno de los diez hijos de De Souza y el acusado, declaró a continuación y también ratificó su testimonio en la etapa de instrucción de la causa. Principalmente en coincidir con su madre que Manuel Rivero era violento con ella y con la crianza de todos los hijos.
Recordó que un día antes del intento de su padre de matarla, él lo citó para pedirle que a la mañana siguiente llevara a sus tres hermanos más chicos a Ituzaingó para una reunión familiar en la que iba a intentar solucionar los problemas.
Cuando estaba en la terminal lo llamó su padre y le dijo: “¿Ustedes están en la terminal?, bueno les aviso para que vuelvan nomás porque acá ya le hice mierda a su madre”.
Dengue y cuarto intermedio
Tras la declaración de David Rivero, el fiscal Rau solicitó al tribunal poder reunirse fuera de la sala con los querellantes y la defensa. Al retornar propuso que finalizara la audiencia y se fijara un cuarto intermedio en el debate, hasta tanto se restableciera uno de los jueces, Ángel Dejesús Cardozo, quien al abrir la jornada adelantó que tenía síntomas de dengue desde la noche previa y al que le habían indicado tres días de reposo.
El cansancio en el magistrado era notorio y por ello el fiscal solicitó se incorporen por lectura los testimonios de los dos testigos que restaban declarar. El pedido fue aceptado y hasta el lunes, al menos, no se reanudará el debate.