Luego de permanecer casi 48 horas en terapia intensiva, murió la mujer que había sido atacada por tres perros raza pitbull en la vía pública en Bernardo de Irigoyen. La víctima fue identificada como María Angélica Teles Triunfo (45) y su deceso fue informado a las 2.40 de ayer en el hospital SAMIC de Eldorado.
Había sido trasladada a esa localidad luego que en el hospital de Irigoyen recomendaran su traslado a un lugar de mayor complejidad por las gravísimas lesiones a causa de las mordidas de los animales.
Cuando ingresó presentaba heridas en brazos y piernas, cuero cabelludo y también había perdido los dos pabellones auriculares (orejas), a causa del ataque de los canes.
Un joven que había intentado ayudarla también había sido atacado por los pitbulls. Tiene 24 años y permanece internado en el mismo nosocomio luego que sufriera mordidas similares que también le afectaron el rostro.
La causa inicialmente estaba caratulada como “lesiones culposas por ataque de animal” pero tras el deceso de la mujer el Juzgado de Instrucción de San Pedro podría cambiar la calificación una vez que reciba el resultado de la autopsia ordenada
En principio, los tres perros (dos adultos y un cachorro) estaban sueltos cuando por causas que se investigaban se abalanzaron contra la mujer que según se supo estaba en situación de calle.
Cuando ya estaba en el suelo atacada por los canes, el joven que también no tenía domicilio fijo según fuentes consultadas, intentó ayudarla pero fue mordido por los animales.
Los vecinos alertados por la situación avisaron rápidamente a la comisaría. Una patrulla llegó al lugar e intentó apartar a los pitbulls de sus víctimas, pero estos también se abalanzaron sobre ellos aunque no los mordieron.
Si bien por el momento no está claro cómo hicieron para frenarlos, habría sido la dueña, una joven de 27 años la que los sacó para poner a salvo al menos hasta ese momento a las víctimas.
El juez Ariel Belda Palomar iba tomar testimonios de testigos para establecer cómo ocurrió el hecho, para determinar si los perros se habían escapado, si la propietaria no tuvo el debido cuidado, o si es que era habitual que estuvieran sueltos.