El aumento de precios y la caída de las ventas en enero son las problemáticas que más preocupan al sector empresarial de Misiones. Según la Encuesta Provincial de Comercio, Servicios, Industria y Turismo, el 60% de los empresarios misioneros indicó que el aumento de precios de los productos fue “significativo”; mientras que el 30% lo señaló como “moderado”.
El estudio es impulsado por la Comisión de Comercio y Servicios de la Confederación Económica de Misiones (CEM) que consultó la postura de 240 empresarios de distintos puntos de la provincia, asociados a las diversas cámaras de la CEM.
En lo que respecta al movimiento comercial, los encuestados afirmaron que fue mayormente negativo en todos los sectores. Del total, más del 90% señaló al período de venta como “malo” y “regular”.
Solo algunos lo señalaron como “positivo”, entre los que se encuentran: servicios financieros, de salud, gastronómicos y construcción; comercio de alimentos y bebidas, indumentaria y farmacias.
Los datos revelaron que más del 80% de los empresarios “bancan la parada”, tal como sucedió en diciembre: resisten y evitan los despidos en el contexto delicado que atraviesa el país, aunque tampoco contratan personal nuevo.
Es mínimo el porcentaje que confirma tener definiciones acerca de contratación y despido, y dentro de ese porcentaje, es mayor el índice de despido que de contratación.
Entres las cuestiones que más preocupan a los empresarios misioneros y más condicionan su quehacer diario, se encuentran la inflación y la carga tributaria entre las problemáticas nacionales. También, el costo laboral, la recesión, el financiamiento y; en menor medida, las restricciones a la importación.
Más del 40% de los participantes consideró que la carga tributaria es la principal problemática provincial. También se suman, en menor medida, las barreras arancelarias, el financiamiento, los problemas de infraestructura y los controles e inspecciones.
La informalidad y la competencia desleal son, como desde hace varios meses, señaladas como las problemáticas municipales que más afectan, generando costos adicionales que recaen sobre la esfera de los empleadores que trabajan en el marco de las leyes vigentes.
La falta de personal capacitado y los problemas de infraestructura, también formaron parte de esta disconformidad en el plano local.
Situación frente al IVA
En lo que respecta a la estructura tributaria, el informe reflejó que, la mayoría del empresariado es responsable inscripto. Esta predominancia es del 73,3%, en comparación con los monotributistas, que alcanzan un poco más del 26% del total de encuestados.
Esta mayoría sugiere que, muchas de estas empresas, cuentan con una estructura y volumen de operaciones que las coloca en la categoría de contribuyentes formales, algo que les conlleva diferentes obligaciones y beneficios fiscales. Las mismas suelen estar sujetas a un régimen tributario más completo y a la presentación regular de declaraciones y pagos al fisco.
Por otro lado, la presencia significativa de monotributistas sugiere que, una proporción considerable de las empresas encuestadas, optó por un régimen simplificado. Esto podría deberse a razones como menores niveles de facturación, simplicidad administrativa o beneficios fiscales específicos asociados con el monotributo.
Inclusión de la producción
En esta edición del informe se incluyó la categoría producción en la que se contemplan las actividades de agricultura (yerba mate, té, tabaco, cítricos, maíz, mandioca, hortalizas, frutas diversas); silvicultura y explotación forestal; cría de ganado (bovino, porcino, avícola), industria maderera, producción de miel, cultivo de hierbas aromáticas, explotación de minerales no metálicos (piedras preciosas, materiales de construcción), industria del mueble, producción de alimentos procesados, energía renovable; entre otros.