Caos y hasta situaciones de violencia entre usuarios causó la decisión del Grupo Z (las empresas Don Casimiro y Tipoka lo hicieron en simultáneo) de sacar el servicio directo que brindan los colectivos articulados en la zona Metropolitana.
De esa forma, el megapulpo puso más presión sobre la bronca social existente, a partir del recorte de frecuencias que se viene padeciendo en los últimos meses, del boletazo que le siguió y de la posibilidad de otro incremento de las tarifas en al menos 300% a partir de la quita de subsidios que decidió la Nación este jueves, en un abierto pase de factura a los gobiernos del interior por su propio fracaso con la Ley Ómnibus.
Sin bien en horas del mediodía, a requerimiento del Municipio se procedió a corregir la falta en el servicio y los gusanos comenzaron a funcionar; mucha gente, que fue víctima del padecimiento de tener que esperar horas para subirse a unidades abarrotadas en un día de extremo calor, se preguntó “quién nos paga por el sufrimiento al que nos vimos expuestos”, tal como acotó el presidente de la Asociación Acción Vecinal, Luis Gilardoni.
También, el hombre aprovechó para denunciar públicamente que aparte de la falta de articulados, en la mañana de ayer, la frecuencia en la gran mayoría de las líneas pasó de una hora a dos, en promedio.
La decisión de levantar el servicio directo no fue informada por ningún canal oficial; pero este Diario pudo saber que la empresa “jugó” con intentar justificar lo ocurrido debido a las limitaciones existentes en la cantidad de choferes disponibles y lo ligó al conflicto existente con la UTA, que está bajo conciliación obligatoria por un reclamo salarial y el atraso en la liquidación de haberes.
Sin embargo, para la gente, no es una locura pensar que “se trató de una forma de apurar la suba de tarifas luego de conocerse la decisión del Gobierno nacional de eliminar todos los subsidios al transporte del interior”, enfatizó Gilardoni.
Lamentable
Los miles de usuarios que se quedaron varados en ambas estaciones de transferencia (UNaM y Quaranta) fueron víctimas de una decisión lamentable de las empresas y afirmaron que “la situación que se complica todos los días, por una cosa o por otra, nos está hartando. Nos venimos bancando el manoseo hasta ahora, pero no da para más”, enfatizó preocupado el presidente de Acción Vecinal.
“Hoy (por ayer) fue casi imposible viajar, la gente se pelea en las terminales para meterse a las unidades porque necesitan viajar y estamos seguros que la empresa no está perdiendo plata. Entendemos que el mensaje es una represalia al municipio porque se frenó a último momento la suba prevista para febrero, porque no solo no se condice con el malísimo servicio que están prestando sino que somos la única provincia del país que paga tan caro el boleto y los trabajadores no podemos soportar ninguna suba más si no suben los salarios”, finalizó.
Nueva intimación y corrección a partir de la tarde
Consultado por lo ocurrido, el intendente capitalino, Leonardo Stelatto aseguró que “el Municipio en el marco de la normativa vigente intimará a las empresas por el evento ocurrido”.
“Se trata de un momento de mucha incertidumbre en relación al sistema de transporte, el que ya se encontraba ajustado por los notables aumentos de costos y ahora con la indefinición de subsidios. Dado el carácter metropolitano del SITM, estamos tratando de coordinar con la Provincia un esquema de definiciones mínimas que permitan garantizar un conjunto de servicios esenciales”, acotó el Jefe de Gobierno capitalino.
A su vez, desde las asociaciones de defensa a los usuarios del transporte público también se estudia avanzar con algunas acciones legales, y se buscaría ir con un amparo judicial para que la empresa se abstenga de cometer nuevas arbitrariedades y también de aplicar aumentos de tarifas desmedidas, que no están acorde a la realidad de los trabajadores, a quienes en su gran mayoría no se les recompuso el salario frente a la pérdida de poder adquisitivo por la suba de los servicios y la canasta básica.