Ayer se inauguró el primer Centro de Prevención y Asistencia de Adicciones de Misiones, ubicado en la avenida Quaranta Nº 7350 de la capital misionera.
Brindará atención integral, con un amplio equipo de profesionales en las áreas de prevención, abordaje y administración, además de talleres terapéuticos, de formación y de capacitación.
La iniciativa fue impulsada en el marco de la Ley Provincial N° XVII 141, que establece además la construcción de otros centros en la provincia.
La inauguración fue precedida por el gobernador Hugo Passalacqua; el intendente de Posadas, Leonardo “Lalo” Stelatto; el ministro de Salud de Misiones, Héctor González y el secretario de Prevención de Adicciones, Samuel López, entre otros.
Reinserción social y laboral
En la inauguración, el ministro de Prevención de Adicciones, Esteban Samuel López, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que en el centro se tendrá en cuenta la parte espiritual y se ofrecerán talleres y programas educativos para la reinserción social y laboral de las personas.
Una de las características principales del centro es que se integrarán conjuntamente el área de adicciones con el área de salud mental, debido a que las mismas son reconocidas dentro del artículo 4 de la Ley de Salud Mental como un problema de esta índole.
“Con el ministro de Salud estamos diseñando unificar los equipos de atención, que los profesionales puedan hacer la guardia en conjunto, entonces no tenemos dos miradas que nos tensionen. Históricamente estaba el Centro Asistencial Manantial y el Hospital Ramón Carrillo y era una constante escuchar ‘no este es un problema de salud mental, vas para allá, no es un problema de adicciones, vení para acá’. Al tener una guardia unificada, damos respuesta a esto”, especificó López.
Esto es importante, debido a que solamente un 51% se adhiere a los tratamientos, es decir, termina el tratamiento proyectado.
“Algunos se sienten bien y abandonan el tratamiento, es muy complejo, aparecen las abstinencias, las barreras sociales, entonces es por eso que implementamos el equipo de atención móvil, para aquellos casos que no vienen a consulta, se los pueda visitar y ver la manera de acompañar”, resaltó López.
Solo el 20% pide ayuda
Con respecto al proyecto de ley del Gobierno nacional, que propone la modificación de la Ley de Salud Mental, facilitando las internaciones no voluntarias, Samuel anticipó que “nosotros estamos preparados para los dos posibles escenarios, pero lo que buscamos es generar la voluntad de tratamiento de la persona, para nosotros es una oportunidad que pida ayuda. Difícilmente una persona pide ayuda, salvo caso haya tocado fondo”.
Según indicó el ministro, solo el 20% de las atenciones tiene que ver con pedidos de ayuda por parte de quien padece la adicción, el 80% se debe a la demanda de un familiar, un amigo o un conocido. “Hay mucha responsabilidad de amor al prójimo el de querer atender a esa persona”, agregó.
Internaciones breves
Al mismo tiempo, aclaró que lo que ofrece el centro son tratamientos a corto plazo de 7, 14 o 21 días. “No todos tienen la posibilidad de internarse a largo plazo. El que trabaja, el que estudia, el que tiene una familia. Lastimosamente, el que sí puede es porque ya ha perdido todo”, manifestó Samuel.
Trabajo de prevención
Una de las aristas más fuertes en las que se enfoca el centro es la prevención. “No es exclusivamente un centro para situaciones de consumo, sino la idea es trabajar la prevención inespecífica y para eso ya hicimos el recorrido previamente en los barrios ofertando los talleres que vamos a dar”.
El fortalecimiento de esta línea de trabajo se debe a que las adicciones han aumentado considerablemente en estos últimos cuatro años.
Al respecto, el ministro aclaró que “al ofertar la atención, al hablar de esto, al buscar que las adicciones dejen de ser un tema tabú del que no se habla y que la gente empiece a animarse, entonces aumenta considerablemente la atención, lo cual no significa que haya aumentado el consumo”.
“Al inicio de la gestión anterior, teníamos la preocupación de que la mayor cantidad de atenciones o demanda de atención tenía que ver en un 46% con adolescentes y preadolescentes en edad extendida entre los 12 y los 26 años de edad. Hoy por hoy, eso lo bajamos drásticamente a un 18% y ahí nos dimos cuenta que la prevención es efectiva, es decir, que tenemos que hablar de esto, tomar conciencia, sensibilizar, trabajar con las escuelas”, añadió.
Crecer en Prevención
En ese marco se creó el programa provincial Crecer en Prevención para comenzar a trabajar con el nivel inicial. “Antes era un problema de secundaria, hoy ya es un problema de primaria”, subrayó el ministro.
Relevamiento 2023
Si bien aún no poseen un relevamiento propio, se ha tomado en consideración y como punto de referencia las estadísticas de otros centros provinciales a fines del 2023.
En ese sentido, se puede resaltar que, por ejemplo, el Centro Asistencial Manantial tuvo alrededor de 15 mil consultas y atenciones durante el año pasado, mientras que el Centro de Oberá celebró que se llegó a las 1.100 historias clínicas, es decir, personas que reciben atención a lo largo de cuatro años.
A su vez, se determinó que en el 18% de los casos se tratan de menores de 18 años, mientras que en el 82% son mayores.
“Si volvemos a hacer un recorte, entre los que tienen 20 y 40 años de edad, hay un 54% de atenciones. Se tratan de personas que están en edad productiva, son adultos jóvenes, padres de niños, niñas y adolescentes, proveedores económicos de su hogar, entonces queremos poner el foco en ese rango etario”, argumentó López.

Consumos sociales problemáticos
El ministro remarcó que “lo que sí nos preocupa es la baja percepción del riesgo, la naturalización de los consumos”.
En relación al ranking de las drogas o los consumos más peligrosos, el ministro posicionó al alcohol “en primer lugar, tabaco en segundo lugar, y en tercer lugar, a nivel nacional, la marihuana desplazó a los psicofármacos”.
“Si hablamos de alcohol, tabaco y psicofármacos, que son sustancias legales o accesibles, poderosamente llama la atención que, a nivel nacional, 9 de los 10 medicamentos o psicofármacos consumidos están prescritos, así que hay que trabajar en una prescripción responsable”, agregó.