El diputado Martín Braulio Sancho se habría tomado el caluroso verano misionero para decidir que es tiempo de cortar su obediencia política con La Cámpora y hacer un camino propio en la Legislatura de Misiones. Una decisión similar a la que tomó en octubre pasado el otro integrante que tenía la agrupación K, Santiago Mansilla.
Con Sancho y Mansilla fuera de La Cámpora, la agrupación que lidera Máximo Kirchner a nivel nacional y la exdiputada nacional Cristina Brítez a nivel provincial, se queda sin representantes en la Cámara de Diputados.
La pérdida de representatividad también llega al Congreso ya que el kirchnerismo perdió el pasado 10 de diciembre los tres legisladores que tenía por Misiones: Maurice Closs en el Senado y en la Cámara de Diputados: Cristina Brítez y Héctor “Cacho” Bárbaro. Todos terminaron su mandato.
El peronismo arranca el 2024 con representaciones sueltas y fragmentadas y con ninguna fuerza que institucionalmente responda al kirchnerismo y tenga espacios institucionales, como venía ocurriendo desde 2003. Los que interpretan la política provincial describen, directamente, un desmantelamiento de esa fuerza.
Los motivos de distanciamiento de Mansilla primero y Sancho ahora tiene relación con los manejos personalistas y autoritarios de Cristina Brítez, la “bendecida desde Buenos Aires” por el kirchnerismo y su amistad con Máximo.
A diferencia de Mansilla, que explicó en sus redes sociales su acercamiento al espacio del Frente Renovador, Sancho no dio declaraciones ni se refirió a su alineación política a partir de ahora.