El caso de La Rioja despertó una polémica y debate respecto a la posibilidad de convivencia de dos monedas “oficiales” en un territorio. En este caso, además del peso como valor oficial del país, se sumará “El Chacho” con vigencia en tierras riojanas, debiendo ser utilizada en el pago de un tercio de sueldo para los estatales de esa jurisdicción.
Se supone que la provincia de La Rioja cuenta con los fondos necesarios para ir rescatando estos papeles “monetarios”, en caso que el sector privado se rehúse a recibirlos o bien lo haga con la condición que el Estado local recompre la emisión de los “Chachos”.
En esta jugada, que encierra el conflicto de los gobernadores por el recorte que el presidente Milei aplicó a los giros de coparticipación como de ATN; lamentablemente serán los ciudadanos riojanos los que salgan perdiendo, ya sea porque quien tome el “Chacho” no lo equipare a un peso o bien porque no tenga dónde ubicar el valor provincial.
El presidente Milei se mostró a favor de la existencia de más monedas, especialmente en su cruzada por dolarizar la economía argentina, pero advirtió que Nación no ayudará al rescate de los papeles. Con lo cual, el “Chacho” probablemente nazca devaluado en credibilidad como en utilidad.
A diferencia de la crisis de los 2000 donde existieron Cemis, Patacones, Lecop, Cecacor, etc con circulación extra provincial y la Nación apuntalando las cuasi monedas, será muy difícil de imponer estos valores territoriales.