Tras conocerse el caso de una mujer fallecida en el barrio A 3-2 que vivía sola con cerca de 16 perros, un grupo de rescatistas se movilizó para asistir a los animales que estuvieron varios días sin comer ni beber. Ahora, muchos de ellos están en recuperación y necesitan ser adoptados, ya que aún están en el domicilio y no cuentan con atención permanente.
Desde la organización “Tu mascota es familia”, Lucas Gómez contó a PRIMERA EDICIÓN que “la situación es bastante crítica”. Con la situación en este hogar, explicó que quedan 14 perros “son muchos y algunos tienen garrapatas, están muy flacos, otros tienen tumores”.
De momento, el hermano de la señora fallecida está a cargo de la casa y les permitió ingresar para asistir a los animales, con alimentos y primeros auxilios, pero ellos siguen allí. Por este motivo, indicó que “la idea es tratar de sacarlos de ahí lo antes posible, por eso comenzamos con la campaña de adopción para ir llevándolos de uno, dos o como se pueda”.
Sobre la urgencia de retirarlos de este lugar, relató que la persona a cargo de la casa vive en Candelaria y viene una vez al día: “Si bien tiene la predisposición de ayudar, se necesita estar con los perros constantemente porque estuvieron bastantes días sin comer y se nota que varios ya estaban descuidados”, agregó. Cabe mencionar que la señora fallecida tenía 71 años, residía sola y probablemente contaba con pocos medios económicos para solventar la totalidad de atención que requiere una veintena de animales.
En cuanto al estado de los perros, luego de la muerte de su dueña, detalló que “algunos no salen de la casa, tienen mucho miedo porque estuvieron bastante tiempo con una sola persona, de repente ya no está con ellos, y ahora llega gente distinta todo el tiempo”. Destacó además que el caso movilizó a los vecinos, que “están colaborando y atentos”. Además, compartió que se organizaron y “acudió el IMuSA con un operativo para castrar a los que se puedan, porque primero hay que ver si están bien físicamente”.
Durante la jornada del miércoles, Gómez comentó que se trasladaron hasta el domicilio en A 3-2 donde “desparasitamos a los que se pudo, porque algunos no se dejan agarrar”. Acerca del destino de estos perros, afirmó que “ya se adoptaron dos y tenemos pedidos para otros dos más. La idea es hacer una campaña fuerte, que llegue a la mayor cantidad de gente posible para que abran las puertas de su casa y sumar una mascota más”.
Por otra parte, mientras continúa el operativo para encontrar un hogar para estos perros, necesitan colaboración para la alimentación y la asistencia de estas mascotas: “Al estar sin comer por varios días seguidos, están débiles, y es necesario alimento de buena calidad”, añadió.
Una vez que los animales tengan una recuperación, puedan ganar peso, la idea es proceder a castrarlos y entregarlos en adopción a personas responsables, con su correspondiente seguimiento. Al respecto, comentó que “a las personas que escriben para pedir alguno, me comprometo a buscarlos y llevarlos”.
De momento, aseguró que los vecinos del domicilio donde están los perros también están colaborando, sumados a otros rescatistas que se acercaron al lugar para constatar cómo están los canes. Remarcaron la buena voluntad y esperan que, con el paso de los días, puedan conseguir un hogar para tantos perros.
La importancia de castrar
Como parte de la Organización “Tu mascota es familia”, Lucas Gómez señaló que, para mediar en la cantidad de animales en las calles, abandonados y maltratados, en diferentes barrios de Posadas “si no se castra de forma masiva no hay una solución en el horizonte, porque mientras se castran o adoptan 10, están naciendo otros 500”.
En los grupos de rescate de la ciudad capitalina “todo el tiempo hay gente pidiendo adopción, tránsito, entrada a veterinarias, donaciones. Es una situación fea, más en la situación económica en la que estamos, donde subieron todos los precios de alimentos, medicamentos, cirugías y las atenciones clínicas”.
Entre las acciones que impulsaron en Posadas, precisó que “cerramos el año con 307 castraciones a pulmón, con fondos propios. Es un número bastante grande, porque debemos pensar en lo que se evitó con las castraciones: una perra se alza dos veces por año y puede llegar a tener entre cinco a diez crías, cuando en seis meses están pariendo nuevamente al estar en la calle, sin que nadie pueda evitarlo”.
Sumado a esto, recordó que también se evita posibles enfermedades, en perros y gatos, al no ser castrados.