El martes fue un día sumamente especial para la Universidad Nacional del Alto Uruguay (UNAU) porque, a cuatro años de su puesta en función, se recibió la primera camada de kinesiólogos de la provincia. Un evento significativo ya que son los primeros nueve profesionales de esa área recibidos en esta casa de estudios.
En ese marco PRIMERA EDICIÓN dialogó con la coordinadora de la carrera Licenciatura en Kinesiología, Griselda Sartori, quien contó más sobre el grupo de nuevos profesionales.
“El día del examen final fue muy emocionante… de emociones encontradas porque hubo mucho nerviosismo. En esta mesa se recibieron nueve y quedan otros para febrero. En total 18 estudiantes llegaron a quinto haciendo la carrera en tiempo y forma. La verdad es un grupo muy lindo que llegó hasta acá porque son muy estudiosos y es un orgullo para mí”, comenzó contando. Entre otras cosas, la docente explicó que el día del examen final la universidad se llenó de familiares y que todos los docentes y no docentes de la UNAU estaban expectantes a los primeros recibidos de esa carrera que es una de las más populares de la universidad.
Además, contó que un punto que dio valor agregado al examen final fue que la UNAU aplicó la modalidad ECOE (Examen Clínico Objetivo Estructurado), una metodología de evaluación que requirió meses y meses de capacitación docente por ser “un sistema de examen distinto al clásico, donde el estudiante debe demostrar sus habilidades clínicas. Es decir, se encuentra con estaciones donde hay actores que representan casos clínicos que los egresados tuvieron que resolver demostrando que se han logrado las competencias para recibirse”, explicó la docente.
Un gran valor para la provincia
Si bien entre los graduados hubo estudiantes de la capital, la mayoría de ellos son del interior de la provincia e incluso de otras provincias, “tenemos estudiantes de varias localidades, San Vicente, Oberá, Posadas, de localidades de Corrientes”, explicó la docente.
Un valor importante ya que muchos de los nuevos profesionales querrán desempeñar su labor en el interior donde se sabe, faltan profesionales de muchas áreas vinculadas a la salud.
Ese es el caso de Yamila Prosianiuk de 24 años, una de las flamantes kinesiólogas recibidas, oriunda de Pueblo Illia en Dos de Mayo, que explicó que le gustaría ejercer la profesión cerca de San Vicente.
“En 2019 me mude acá para estudiar y estar más cerca de la facultad, y quiero seguir acá en la zona. Una vez matriculada me gustaría empezar a ejercer y empezar mi consultorio”, contó.
Después, “a medida que pueda económicamente me gustaría hacer una especialización en traumatología o en la parte de respiración de pediátricos que también me gusta”, contó la profesional. Por su parte, este Diario habló también con Tatiana Duarte, otra de las egresadas que es oriunda de Eldorado.
“El año que viene me gustaría trabajar y al mismo tiempo seguir especializándome en áreas como traumatología o deportología. Me gusta mucho Misiones, disfruto mucho residir en este lugar”, contó. De todas formas, “si tuviera la posibilidad de especializarme en otro lugar sería una oportunidad que aprovecharía”, afirmó.
En ese marco, ambas coincidieron sobre la enorme emoción con la que se vivió ese momento. “En el momento que me dieron la nota es difícil de explicar. Cuando iban nombrando a mis compañeros ya sentía una gran emoción de verlos a ellos llegar a su objetivo. Después cuando mencionaron mi apellido me largué a llorar, fui con mi familia que estaba ahí esperándome, sumamente felices y emocionada.
Mis papás estaban muy felices, ellos vieron todo lo que costó este proceso de cinco años que le dediqué, el miedo estaba ahí. Ese día le avisé que iba a poner de mi parte pero que no sabía que iba a pasar y ellos estaban ahí súper confiados”, contó la joven.
Por su parte, Tatiana agregó que ese momento “fue un día único en el que estuve acompañada de mis papás, mis suegros, mis amigas, mi pareja. A ellos le agradezco por estar presentes en todo el trayecto”.