El Tribunal Penal de Eldorado condenó este miércoles a Omar Raúl Mudry (67) a 15 años de prisión efectiva por los delitos de “promoción a la corrupción de menores” y “abuso sexual con acceso carnal”, en perjuicio de tres víctimas que estaban bajo su cuidado en el hogar Tabita.
Las dos víctimas (una tercera falleció por COVID-19), que vivieron una pesadilla en el hogar de niños de Montecarlo, cuando tenían entre 4 y 6 años, declararon en el juicio y revivieron el dolor, la angustia y la repulsión que sufren hasta hoy en día, por culpa del encargado del albergue cuando ellos eran niños.
Mudry ya cumplía 30 años de prisión por otros siete casos de abuso de menores que estaban bajo su cuidado, condena que le fue impuesta en 2011. Con los otros tres casos que lo llevaron al banquillo de los acusados, los jueces fallaron este miércoles en sintonía a lo pedido por el fiscal Federico José Rodríguez en su alegato final.
Rodríguez, solicitó 15 años de prisión para Mudry y fundamentó:“Este hombre ya fue juzgado por otros siete casos contra menores y fue condenado a 30 años de prisión, actualmente son diez los casos. Pero si hubieran considerado investigar un poco más, habrían detectado otras víctimas, como ser una menor sordomuda a la que se le perdió el rastro”, explicó.
“Quedó debidamente probado durante el debate a través de testimonios que el acusado hizo ‘enseñanzas’ sexuales a los menores, incluso intentando hacer que se toquen íntimamente o se besen dos hermanos de 4 y 6 años”, precisó.
“También se probó el abuso con acceso carnal a una menor, que lamentablemente falleció en edad adulta. Su testimonio quedó grabado en la Cámara Gesell, donde vemos gestos y actitudes similares a los de otras víctimas cuando relataban abusos, como ser expresiones de asco, como si fueran a vomitar, repulsión, dolor, angustia, a veces imposibles de reflejar para que otras personas puedan entender el daño físico y psicológico”, describió ayer.
Por último, Rodríguez expresó “todo esto ocurrió dentro de connotaciones de miseria humana, donde un individuo aprovechó de su posición de poder sobre personas que tienen un grado de vulnerabilidad muy alto, como son los niños. Hubo maltratos, les hizo pasar hambre, los lastimó, evitó que sus familiares los vean con el objetivo de evitar que lo denuncien o que contaran lo que estaban sufriendo e incluso evitar el control por parte de padres o tutores. Es muy triste pensar todo lo que padecieron estos menores en ese hogar”. Por su parte, la defensa del imputado solicitó su absolución por el beneficio de la duda.
El aberrante caso Tabita
Mudry era el responsable del hogar para niños Tabita de Montecarlo. En 2011 fue condenado a 30 años de prisión por siete casos de abusos a menores que estaban a su cuidado. Comenzó a ser nuevamente juzgado el pasado lunes 4 de diciembre por corrupción de menores a dos hermanos de 4 y 6 años (los hechos y según la denuncia se iniciaron en 2001), sin embargo y debido a que existen expedientes acumulados (casos que tienen conexidad subjetiva y objetiva con el mismo imputado y el mismo delito en sus variantes), durante el desarrollo del debate se le sumó otra acusación, más precisamente por el abuso a una menor que falleció en edad adulta y durante la reciente pandemia de COVID-19. Esta vez la víctima fue una niña que contó en Cámara Gesell lo que padeció en dicho albergue infantil y tras la detención del sospechoso en 2008. En una de las jornadas del presente juicio se escuchó a una testigo que ratificó los dichos de la citada niña, porque le confió lo que sufrió a manos del acusado hace más de una década.
También declararon los dos hermanos que fueron víctimas de corrupción de menores, donde contaron que el acusado “hacía practicar a los niños del hogar para enseñarles a tener relaciones sexuales” y que sufrieron “golpizas y castigos como no comer y ser encerrados en un galpón en el frío”. En ese entonces ambos involucrados eran una niña de 4 años y un varón de 6.
Durante el debate hubo testimonios muy duros, como ser cuando la madre de los mencionados hermanos y que fueron víctimas, les pidió en reiteradas ocasiones “perdón por dejarlos en ese hogar”.