El Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte de Río Grande, condenó ayer a 14 años de prisión efectiva a un hombre oriundo de Misiones y tras hallarlo culpable por el abuso sexual de su expareja y sus dos hijas menores.
El acusado llegó al juicio oral con prisión preventiva y enfrentó los cargos por los citados delitos contra su exconcubina y ambas niñas, quienes al momento de los hechos tenían 3 y 8 años, señalaron los medios de Río Grande (provincia de Tierra del Fuego), en base al auto de elevación a juicio.
Los ataques sexuales y de acuerdo a la investigación fueron cometidos en múltiples ocasiones entre 2015 y 2022.
El Tribunal de Juicio estuvo presidido por el magistrado Eduardo López y con las vocalías de Juan José Varela y Verónica Marchisio, que también ordenó la implementación de un dispositivo de orientación y contención para las víctimas, agregaron las fuentes consultadas.
Los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el próximo viernes 15 de diciembre a las 13.
Una pesadilla de larga data
El imputado fue encontrado culpable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal, y abuso sexual gravemente ultrajante agravado y reiterado”, contra las citadas víctimas. Según lo que reconstruyeron los investigadores durante la instrucción de la causa, todo se inició en la provincia de Misiones.
Fue en la tierra colorada donde comenzó la relación entre el ahora condenado y su expareja, cuando ésta tenía 13 años.
Luego y con el correr del tiempo en 2016 se mudaron a Río Grande, en Tierra del Fuego, donde comenzó el abuso a las menores, que fue denunciado en 2018.
El hombre pasó cuatro años en libertad pese a que existían denuncias, sin embargo y a finales del año pasado una fiscal ordenó su inmediata detención debido a que acosaba a las víctimas. Hubo numerosos testigos durante el debate, donde fue clave la declaración de una psicóloga. La pena dictada por el Tribunal quedó un tanto lejana de lo que solicitó durante los alegatos el Ministerio Público Fiscal del Distrito Judicial Norte, representado por Mónica Macri, que pidió una condena de 22 años de prisión efectiva. Por su parte, la defensa del imputado había solicitado la absolución.