Una suba del dólar cercana al 80% -que llevaría el tipo de cambio “oficial” a $650, tal cual explicitó Guillermo Francos como “dólar razonable”- provocaría una aceleración inflacionaria. De eso no caben dudas.
Esa es la principal razón por la que tanto consultoras como bancos coinciden en alertar con que la inflación de 2024 será todavía más elevada que la de este año.
Sin embargo, no todos los rubros tendrán la misma reacción ante una devaluación. Si hay algo que quedó claro en los últimos tiempos es que en la economía existe una fuerte distorsión de los precios relativos. La locura de los precios es total.
Un viaje en colectivo en la Ciudad de Buenos Aires cuesta lo mismo que un par de caramelos masticables. O diez veces menos que un alfajor Havanna de chocolate. Y llenar un tanque de nafta súper cuesta $14.000 (45 litros), lo que significa cerca de la sexta parte de lo que vale la camiseta oficial de la Selección argentina ($86.000).
Además, cualquier porteño que revise su última factura de luz percibirá que puede pagar lo mismo por mes que lo que cuesta un kilo de fiambre en el supermercado.
Aún cuando en el último año se quitaron subsidios. Los ejemplos podrían acumularse, y el lector terminar eligiendo el caso más disparatado, señala iProfesional.
Con un “dólar razonable”, ¿qué pasará con los precios?
La economía del país se llenó de distorsiones -empezando por el mercado cambiario- y eso se refleja, más temprano que tarde, en los precios de los productos y de los servicios.
Un informe realizado especialmente para iProfesional por EcoGo -la consultora económica de Marina Dal Poggetto y Sebastián Menescaldi- determinó que si el dólar oficial salta a $650, la inflación podría dispararse un 39,6%.
Alimentos, vehículos 0KM e indumentaria
Para calcular esa incidencia, EcoGo tomó en cuenta los precios actuales y tomó la ponderación que existía en diciembre de 2017, cuando la distorsión no era tan grande como la que se viene viendo desde la devaluación de abril de 2018.
El reporte confirma que los precios de los alimentos ya no están valuados al dólar oficial: están 27,2% por sobre los $400 que vale el dólar mayorista. Sin embargo, la previsión de los especialistas es que todavía les faltaría ajustarse un 27,2% en caso de que, efectivamente, el dólar con Milei se vaya a $650.
Dentro de los atrasos más grandes respecto del tipo de cambio aparecen las tarifas de los servicios públicos y el transporte.
En el caso de este último rubro, la suba del dólar impactaría con una suba del 63,9%. Se trata del renglón que más se referencia en el tipo de cambio oficial ya que se trata de un sector totalmente regulado por el Estado.
En el sentido opuesto están los autos 0KM, que ya están prácticamente cotizados a un dólar muy cercano a los $650.
La AFIP publicó a fines de noviembre la resolución que modifica la base tributaria a partir de la cual los autos deberán pagar Impuestos Internos. Así, desde el 1 de diciembre, los vehículos afectados serán los que superen los $14.700.000 de precio al público, los cuales deberán abonar la primera escala de este gravamen.
Este valor estará vigente hasta fin de febrero, cuando se produzca la próxima actualización, salvo que el próximo gobierno modifique este impuesto, una posibilidad que se especula puede ser cierta.
Algo parecido ocurre con los precios de la indumentaria, que están referenciados en un dólar más alto que el oficial. Según cálculos de EcoGo, en caso de una devaluación a $650, el salto sería menor al 20%.
La devaluación tendrá pleno impacto en los precios de la economía.
Lo que resta saber es si, efectivamente, el gobierno entrante colocará el tipo de cambio en $650.
“Lo importante es que el próximo gobierno genere expectativas positivas y evite un ‘pass through’ (traslado a precios de la devaluación) inmediato”, dice a iProfesional Sebastián Menescaldi.
Lo central que va a observar el mercado es si, como prometió, Milei pone sobre la mesa un plan fiscal consistente. Que sea creíble y cumplible en el tiempo.
Sin dólares en el BCRA, ese plan económico funcionará como el único ancla, en caso de que se cumpla y mejore las expectativas, que ahora están absolutamente desarbitradas. En este contexto, los aumentos de precios atraviesan a toda la economía, pero son más graves en el rubro alimenticio. De hecho, la inflación de los alimentos terminó noviembre por arriba del resto, y lo más seguro es que haya sido récord para lo que va del año. Diciembre será peor, seguramente.
La clave es que nadie puede asegurar una estabilidad cambiaria con un BCRA con reservas negativas, y con una deuda imposible de afrontar con los importadores. La presión para que los precios sigan para arriba con virulencia continuará. Por eso es tan importante que la próxima administración genere credibilidad desde el minuto uno.
Proyección de las consultoras
Con suma precaución es que algunas consultoras revelaron las proyecciones de inflación para los dos primeros meses de gestión de Milei. Así, “con pinzas”, proyectan una fuerte aceleración en torno al 40% para diciembre/enero.
Lo que sucede es que algunos sucesos ya se pueden prever como la caída de los acuerdos de precios, el tipo de cambio atrasado, la suba de las tarifas de servicios públicos y, otros eventos que aún no fueron decididos.
Consultada por Ámbito, Rocío Bisang, economista de EcoGo, aseguró que para diciembre están trabajando con una proyección de inflación del 26,4% (se trata de una estimación preliminar) y para enero del 17,5%. “Respecto a de que depende son varias cosas. En primer lugar, las subas que registramos luego del balotaje con la caída de los acuerdos de precios, ya dejan un arrastre bastante importante para diciembre”, especificó.
Y amplió: “En segundo, el tipo de cambio oficial quedó sensiblemente atrasado y esperamos ver una corrección en ese sentido que podría tener un correlato en precios (puede ser mayor o menor según sea la capacidad del gobierno de setear expectativas). Por último, queda ver qué pasa con los precios de las tarifas que, si se piensa en un ajuste fiscal fuerte, va a ser necesario corregirlos eventualmente”.
“Cerca de 40% de suba entre diciembre y enero”
En off, desde otra consultora le dijeron a Ámbito que prevén un 18% de suba para diciembre y otro 18% de avance para enero, al respecto, especificaron que ese piso tiene dos ejes: primero tiene en cuenta un escenario de salto devaluatorio, y en segundo lugar una corrección de precios atrasados (tarifas, combustibles, telecomunicaciones, etc).
Por su parte, Ramiro Castiñera de Econométrica en charla con Ámbito dijo que proyectan un 18% de suba en diciembre y un 19% en enero. A su turno, Camilo Tiscornia de C&T Asesores aclaró al mismo medio que aún no dará proyecciones pero adelantó que “en lo que va de la semana hubo un salto muy fuerte en muchos precios”.
Al respecto Castiñera reflexionó: “El gobierno saliente destruyó el sistema de precios de la economía. Una brecha cambiaria del 150%, incluso mayor a la que hoy hay en la isla de Cuba, lo dice todo. Sobre ello, pisó el precio de los servicios públicos, las naftas, las prepagas, los colegios, y todo mercado donde llegue el poder del Estado. El nuevo gobierno procurará volver a una economía de mercado, liberando los precios de la economía, indispensable si Argentina quiere volver a crecer”.