Hoy comienza el Adviento, tiempo de preparación para recibir a Jesús, preparación para celebrar. Así como habitualmente nos preparamos para festejar el cumpleaños de algún ser querido, desde hoy, cada domingo, hasta celebrar la Navidad tenemos la oportunidad de reflexionar y embellecer el alma.
En casa tradicionalmente armamos la corona de adviento, hace unos años, estábamos cortando ramitas y Marcos -que en ese momento tenía seis años- me preguntó para qué hacíamos eso, a lo que le contesté que era una forma de preparar nuestro corazón para recibir al niñito Jesús. Me miró un ratito en silencio y me dijo: – Uyyy mamá, ¿no es un poco tarde?
Siempre me causó mucha gracia su reflexión, tan simple, espontánea y oportuna, ¡nos acordábamos de preparar nuestro corazón solo un mes antes de la llegada de Jesús!
La preparación espiritual siempre es oportuna y necesaria. A medida que nos acercamos a fin de año, pareciera que los tiempos se aceleran y nos vemos desbordados en ocupaciones y obligaciones diarias que nos llenan de ruidos e interfieren en la percepción de lo esencial. Muchas personas llegan a esta altura del año sin motivación o agotados, parecen esperar enero para florecer y recargar.
Por eso los invito a aprovechar este tiempo, bajar la velocidad, mirarnos, escucharnos, ir hacia adentro y sentir. Animarnos a sentir incomodidades, dolores, broncas, eso que nos cuesta, animémonos a hacerlo sin juzgar.
Es el momento ideal para practicar la compasión, primero con nosotros mismos y luego hacia los demás desde la unidad, a través del amor. Vivamos más en el corazón que en la mente. La mente nos ata al pasado, nos condiciona, escuchemos más a nuestro corazón que no se equivoca.
De esta revisión pueden resonar varias cosas, les propongo tomar cuatro, una por domingo y trabajarla cada semana.
Poné la atención en lo que querés hacer y soltá el resultado, cuesta, pero vale el esfuerzo. Poné conciencia, presencia, atención plena, regalate un ratito de silencio, de oración y dejá que la vida te sorprenda, el universo siempre conspira a nuestro favor. Confiá y viví este mes desde ahí, hasta que se haga hábito.
Conectá con tu sabiduría, dejá que Dios guíe y colme, así, el 25 de diciembre el niñito Jesús encontrará corazones bien mullidos donde nacer.
Colabora Valeria Fiore
Abogada-Mediadora
IG: valeria_fiore_caceres