La crisis de la salud en el país es, a simple vista, como una bomba a punto de estallar. Pero esta metáfora no muestra el sufrimiento actual de miles de pacientes cuyas historias no llegan a los medios. Y eso que la bomba aún no explotó.
“La Sociedad Argentina de Nefrología alertó que muchas obras sociales están rechazando a los pacientes agudos y lo peor de todo es que esto está pasando desapercibido por la sociedad”, alertó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN el médico nefrólogo Marcelo Ferreyra, director médico de Fresenius Medical Care.
Esta semana, la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (CADRA), que nuclea a los 300 centros de diálisis que funcionan en el país, admitió que tienen stock hasta fines de diciembre o primeros días de enero. Si no se liberan los insumos importados en Aduana, después de esa fecha quedarán sin su tratamiento de diálisis alrededor de 30.000 pacientes de todo el país.
Desde hace meses, las restricciones a las importaciones generaron un tire y afloje con el sector de la salud. En octubre se llegó a un acuerdo entre las cámaras del sector, la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Salud de la Nación para destrabar los insumos prioritarios. Pero desde las elecciones ya nadie atiende los teléfonos, dicen desde CADRA.
La situación de Misiones
En la provincia hay alrededor de 600 pacientes que se dializan, de los cuales 250 lo hacen en el centro de diálisis privado Fresenius Medical Care. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, su director médico, Marcelo Ferreyra, indicó que “sufrimos los mismos problemas que tienen todos los centros de diálisis del país. Hace ya varios meses, la Sociedad Argentina de Nefrología viene alertando a los gobernantes sobre la vulnerabilidad de quienes están en diálisis, que es un tratamiento que no se puede hacer sin insumos y afecta la vida de los pacientes”.
El especialista explicó que “hablamos de vulnerabilidad de los pacientes no solo porque no pueden elegir no hacerse diálisis sino porque no están en condiciones de ir a protestar o reclamar estas cuestiones que no dependen de ellos ni de nosotros, los que proveemos los tratamientos”.
Ferreyra señaló que la crítica situación la sufren tanto los centros de diálisis privados como públicos del país. No obstante, indicó que Fresenius tiene a su favor contar con una planta en Pilar donde producen los insumos para diálisis, “por lo que no estamos en riesgo de quedar sin insumos, lo que pasa es que no podemos pensar solo en nuestro centro y sus sedes (en la región tienen sede en Posadas, Oberá y Santo Tomé). Si otros centros se quedan sin insumos, como los pacientes necesitan la diálisis para vivir, van a requerir tratamiento y lo van a solicitar donde sea y si nosotros aumentamos la cantidad de pacientes sí estaremos en problemas”, remarcó.
Además, vale decir que la planta de Pilar utiliza insumos que son importados “y que por supuesto tienen un costo en dólares y encima deben sortear las restricciones a la importación. Son productos cada vez más caros porque el valor del peso se depreció respecto al dólar”, señaló.
Sufrimiento invisibilizado
El director médico del centro de diálisis Fresenius contó además que “muchas obras sociales ya no están aceptando pacientes agudos, según alertó la Sociedad Argentina de Nefrología. Los rechazan porque los costos son altos y el pago no es acorde”.
Según advirtió “lo peor de todo es que esto pasa desapercibido porque las personas que están en esa situación están invisibilizadas para la sociedad, la gente no se entera salvo que tenga un familiar en esa circunstancia. Esto lo tenemos que hacer visible porque la verdad es que es un problema que nos puede tocar a cualquiera y la solución no es médica”.
Ferreyra admitió que “es muy difícil hablar de expectativas para las próximas semanas porque hay muchas incógnitas sobre cómo seguirá todo. Uno estima que no habrán soluciones en forma inmediata, esta crisis llevará tiempo en recomponerse y mientras tanto, si las cosas van cambiando, estimo que se liberarán muchas cosas y todo saldrá más caro pero no habrá esta acuciante incógnita de si podremos seguir o no. El panorama no es bueno porque se dejó pasar mucho tiempo y ahora estamos con el agua al cuello, como dice la frase popular”.
“No nos reciben ni atienden los teléfonos”
La Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (CADRA) alertó que se están agotando las reservas disponibles de insumos importados, sales y cloruros entre otros, indispensables para la preparación de los concentrados con los que se efectúan las sesiones de diálisis, como así también jeringas, catéteres, líquidos peritoneales, etc.
El presidente de la entidad médica, Jorge Abdala, aseguró que “esta situación no es nueva, ya que desde hace casi dos meses, junto a proveedores del sector, hicimos saber nuestra preocupación ante la posibilidad la reducción, e incluso prohibición, de la importación de insumos médicos, lo que en la práctica pone en serio riesgo la continuidad de las prestaciones, sobre todo para los pacientes de diálisis peritoneal”.
“Luego de nuestros reclamos en octubre pasado, se conformó una mesa de negociación con empresarios y funcionarios nacionales, se destrabaron algunas situaciones y los centros de diálisis, especialmente los más pequeños, pudimos seguir atendiendo. Sin embargo –continuó Abdala- ahora el tema alcanza otro cariz ya que hoy no nos reciben, ni atienden los teléfonos en el Ministerio de Salud y está en serio riesgo la prestación de la diálisis a los más de 30.000 pacientes del país, ya que se están terminando las reservas de insumos importados y no se está permitiendo el ingreso de los mismos desde el exterior”. Los insumos, indicó, alcanzan para hasta fines de diciembre o inicio de enero.