Desde distintos puntos de la provincia, cientos de personas se trasladaron hasta el Santuario de Nuestra Señora de Loreto en la tradicional peregrinación. En su edición XXII, una vez más la fe movilizó a los feligreses y a quienes buscaron reforzar su unión con la madre María.
Como todos los años, las columnas de fieles partieron desde diferentes localidades, algunos lo hicieron a pie, como parte de las promesas elevadas a la virgen, otros se trasladaron en bicicleta, en auto y también hubo una peregrinación acuática que convocó a expertos en el rubro, por la crecida del río.

“Ella es mi madre”
Entre los ciclistas que llegaron a Loreto, el posadeño Carlos Chamarro contó a PRIMERA EDICIÓN que también participa de otras peregrinaciones, como la de Itatí: “Hace 32 años que voy, cumpliendo promesas”. Explicó que, como devoto de la virgen María, “tengo varias anécdotas de paso, porque me salvó de varias enfermedades y también cosas materiales, porque cosas que antes no tenía y hoy tengo”. En su participación en esta fiesta popular de Loreto, aseguró que “no voy a dejar de ir hasta que pueda, siempre con fe, ella es mi madre”.
Desde el barrio San Isidro de Posadas, Sergio Daniel Rubín fue otro ciclista que acompañó la imagen de la virgen: “Una vez más acá y en especial para pedir por Miguel Fontela, que se encuentra internado, es un peregrino más y está pasando un mal momento, pero siempre está con nosotros”. En sus 7 años de participación en este encuentro, destacó que movilizarse es difícil, pero “todo depende de la fe de cada uno” y agradeció por ello a su familia y “a los hermanos peregrinos”.

Encontrarse
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el padre Miguel Moura indicó que “para nosotros fue un encuentro significativo, una nueva experiencia de Dios, donde el encuentro se hace fiesta”. En esta jornada, “ver a tantos hermanos en la fe es una alegría del corazón”, agregó.
Además, detalló que “fue un encontrarse, porque vinieron de distintos lugares, desde Jardín América, Alem, desde Posadas, donde nos acompañó el clima y nada detuvo a la fe del peregrino”. En su edición 2023, en Loreto aseguró que “se vivió una nueva renovación espiritual, porque empezamos el año nuevo litúrgico”.
Moura resaltó la numerosa participación, donde “los que caminamos éramos más, incluso en un momento de la madrugada tuvimos que pedir a los automóviles que nos traigan agua”. En la cantidad de peregrinos, indicó que “fuimos entre 800 a 1.000 personas caminando”.
Asimismo, el padre compartió que “hubo mucha gente que participó por primera vez, de Posadas fácilmente eran 50 nuevos”. Al hablar con los fieles, señaló que “el pueblo argentino pide por la familia, para que no falte el trabajo y el pan en ninguna mesa de los argentinos”.
En este contexto actual, Moura señaló que “a muchos les pregunté que llevan a María y había mucho sentimiento de caminar por la patria y la realidad de la familia, que a veces duele, está triste y angustiada, pero también tiene mucha esperanza”.