Daniel Moróz es un joven posadeño de 17 años que, cursando sus estudios en la educación secundaria, tuvo la oportunidad de descubrir su amor hacia el arte y la poesía.
Tanto así que confesó que le gustaría dedicarse a publicar libros de poesía, ser tatuador y periodista, entre otras cosas.
“En mis ratos libres me gusta escribir. Siempre me llamó bastante el tema de escribir y este año mi profesora de Lengua y Literatura, Milagros, me mostró la poesía barroca”, contó Daniel.
La literatura barroca, que conmovió Daniel, data del siglo XVII y se caracteriza por abordar temáticas como la vida, el desamor, el sueño, la mentira y la fugacidad de los hechos humanos, plasmado en un estilo suntuoso y recargado.
“Cada vez fui conociendo la poesía, fui descubriendo más escritores y me fue cautivando más hasta el punto que me di cuenta que realmente me gustaba. Antes tenía un cuadernito donde tenía escritos, frases y demás. Este año sí empecé a crear poemas. Es algo muy personal, recién ahora estoy dando a conocer ese lado mío” , expresó el joven.
Además del barroco, contó que su acercamiento a la literatura fue a través de frases que veía y compartía en Facebook. Especialmente de Charles Bukowski y Mario Benedetti: sus dos grandes referentes literarios.
Dentro de sus poemas, el que más se destaca es uno llamado “Vil Melancolía”, según Daniel, inspirado en la literatura barroca.
En palabras de la Revista Literaria Neaconatus; dicho poema “retrata cómo la melancolía, y los recuerdos de un pasado mejor, influyen en los estados de ánimos de las personas que buscan regresar hacia ese lugar donde alguna vez fueron felices. Sin embargo, ya nada es igual. El tiempo termina destruyéndolo todo, y solo queda atesorar los recuerdos en la memoria y en el corazón, para no contaminarlos del presente ni atentar contra el futuro”.
Por otro lado, además de sus dotes con la poesía, Daniel explicó que, así como algunos grandes escritores, le gustaría estudiar periodismo cuando se reciba de la secundaria, para así dar a conocer “ciertas áreas que se están dejando de lado como la producción literaria de jóvenes y nuevos escritores”.
“Para mí el arte y la escritura me sirvieron muchísimo para centrarme y pensar qué estaba buscando de la vida y de todo esto”, afirmó.
El dibujo: otra de sus pasiones
La idea de cultivarse en la escritura y la poesía va de la mano con la otra pasión de Daniel: el dibujo y los tatuajes.
Se trata de un mundo que le mostró Ángel Arzamendia, un reconocido tatuador posadeño que lo apadrinó.
“Cuando termino acá me gustaría profesionalizarme en el área de los tatuajes. Eso y periodismo son dos áreas que me gustaría llevar a cabo de la mano”, afirmó.
Eso, entre otras cosas, para revertir el preconcepto que se tiene del mundo de los tatuajes, explicó Daniel, donde siguen abundando los estereotipos.
Vil Melancolía
No vuelvas donde un día fuiste feliz
es una vil trampa de la melancolía.
Todo habrá cambiado, y ya nada volverá a ser igual.
Ni siquiera vos.
No intentes buscar los mismos lugares,
tampoco oses buscar a las mismas personas.
El mismo azar juega sucio y se habrá encargado de derrumbar todo.
Todo aquello que un día te hizo feliz.
No retrocedas al lugar donde un día fuiste feliz.
Guárdalo en tu memoria, tal como era.
Sin embargo, no regreses.
Por: Agustina Anahí Rolón– Periodista de Primera Edición.