Tras un 2022 donde el sector estuvo contra las cuerdas por la sequía y por las demoras del Gobierno nacional de autorizar importaciones de fécula, el 2023 se despide de manera positiva entre los productores de mandioca de la provincia, que lograron recuperarse y hoy el presente les sonríe.
Es así que el año cerró con una “exitosa zafra de mandioca misionera”, de acuerdo a lo que informó el Ministerio del Agro y la Producción.
La cosecha se extendió de marzo a septiembre y hasta el momento se procesaron más de 35 millones de kilos de raíces; logrando un total de 10 millones de kilos de fécula.
Además, se logró un “retorno directo, real y efectivo” al bolsillo de los productores de $2.000 millones. Estos valores corresponden a la mandioca destinada al proceso de fécula.
La importancia de la mandioca
Con más de 10.000 productores y productoras, Misiones es la principal provincia productora de mandioca en el país. La cadena agroalimentaria que genera trabajo e industria, con más de 12.000 hectáreas de este cultivo. En ese sentido, la tierra colorada abarca el 80% de la producción nacional.
Trabajo con la biofábrica
La fécula es un producto muy versátil que se usa en la industria alimentaria, cosmética y chacinados. Y para producirla, se necesita de una buena calidad de mandioca, que es lo que cultivan productores de la tierra colorada.
En paralelo, el Ministerio del Agro y la Biofábrica Misiones están trabajando para mejorar la calidad y la cantidad de la mandioca, mediante el uso de plantines desarrollados genéticamente.
El objetivo es que cada cooperativa tenga su semillero de este tipo de mandioca, ya que así podrán garantizar una producción más eficiente y rentable en el futuro.
Estos plantines son del tipo IAC 90, que tiene altos niveles de almidón y está libre de enfermedades, y del tipo ROCHA, que es genérico y apto para el consumo.
También tienen un alto contenido de almidón, lo que los hace más adecuados para los procesos industriales.