La provoleta es uno de los mejores inventos argentinos. Se destaca por ser un queso hilado semiduro basado en el provolone que es ideal para hacer a la parrilla y acompañar los asados. Su creación data del año 1940 y la historia subyacente de cómo fue inventada merece la pena ser contada.
Corría la década del 30 y un inmigrante calabrés llamado Natalio Alba desembarcó en la Argentina y se afincó en 1938 en el pueblo santafesino de San Jorge, lindante con la provincia de Córdoba. Este ciudadano italiano comenzó a trabajar a pulmón en nuestro país: tiraba un carro en el que llevaba y comercializaba carne, aceite y pan.
Al poco tiempo Alba se mudó al pequeño pueblo cordobés de Arroyo Algodón -en el que hoy viven apenas 1.200 personas- y decidió unir dos tradiciones autóctonas de la Argentina que le apasionaban como el queso y el asado.
El desafío de este inmigrante calabrés era lograr un queso de base sólida para cocinar y que el mismo no se deformara ni se derritiera y se terminara cayendo entre las varillas de la parrilla. Para eso utilizó como base un queso duro de tradición italiana como el provolone y le agregó la técnica del hilado que lo hacía más resistente aún.
Natalio Alba patentó a su creación con el nombre de “provoleta” y en su momento sin saberlo creó uno de los platos más famosos que distinguen a la cocina autóctona nacional y que ha tenido mucho arraigo también en países vecinos como Uruguay.
Cuáles son los ingredientes de la provoleta argentina
• Un queso provolone hilado (aproximadamente 200-250 gramos)
• Aceite de oliva
• Orégano seco
• Pimienta roja (opcional)
• Hojas de albahaca fresca (opcional)
• Pan o baguette para acompañar
Cómo hacer una buena provoleta argentina a la parrilla
Lo primero que se debe hacer es sacar la provoleta de la heladera y dejarla varios minutos a temperatura ambiente, luego hay que colocarle un poco de aceite de oliva en cada cara y finalmente espolvorear ambos lados con harina.
Ya en la parrilla se debe colocar fuego bien fuerte y cocinar directamente la provoleta sobre las varillas unos 5-7 minutos en total (rotando en queso de lado). Los que quieran tener seguridad que nada del queso se va a caer pueden cocinarlo en una provoletera de hierro o en alguna vasija o plato que soporte las altas temperaturas