Con la finalidad de darle más tiempo a los peces para su reproducción, el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales de Misiones decidió modificar y ampliar el período de veda de la pesca deportiva y comercial en el río Paraná y los arroyos interiores. Habitualmente las restricciones comenzaban en noviembre y finalizaban para el 20 de diciembre, pero ahora se decidió que irá del 15 de noviembre hasta fin de enero del 2024.
La medida se toma en una temporada que será muy beneficiosa para el desove de las diferentes especies, ya que las abundantes lluvias mantienen el nivel del río Paraná por encima del promedio, inundando zonas que son ideales para la subsistencia de los alevines.
El subsecretario de Ecología, Alan Benítez Vortisch, sostuvo que la medida de ampliar el período de veda se venía analizando hace varios años y que busca “adecuarse al ciclo biológico de desove de los peces, pero también atendiendo a la cuestión del cambio climático”.
“Este año la temporada se presentó totalmente distinta a las anteriores debido a la corriente de El Niño. Queríamos que la veda en esta temporada se adecue a esta situación particular y a la gran cantidad de agua que está cayendo por toda la región”, explicó.
El funcionario agregó que “el ciclo biológico de nuestros peces comienza prácticamente con la primavera, pero no desovan hasta que el agua tenga una determinada temperatura. Quisimos alargar el tiempo y así permitir que alcance la temperatura correcta para el desove”. Y admitió que del otro lado del canal la restricción de la pesca se levantará a mediados de diciembre.
Mientras, los pescadores del Alto Paraná deben batallar en cada salida de pesca con redes y espineles, principalmente en la desembocadura de los arroyos. “Hoy fui a disfrutar de una hermosa tarde de pesca. Y la verdad que da demasiada tristeza ver la cantidad de depredación que hay en nuestro río Paraná.Tendríamos que ver la forma de juntarnos, hacernos oír”, posteó un pescador.
“Desde Puerto Rico hasta la zona de Colonia Luján, en un solo remanso, una sola corredera, y ni hablar los arroyos, se podía hacer una pasada o anclada para hacer una pesca variada por la cantidad de redes de todos los tamaños de largo y mallas”, contó. E imploró para que “hagamos algo porque cada vez es más triste ver el río así…y sabemos que son los mismos de siempre los depredadores”.
El posteo puso al desnudo una realidad. Los períodos de veda pueden ser de dos, cuatro o seis meses, pero sin la presencia de las autoridades de control en los cursos de agua, solo los pescadores deportivos acatarán los plazos mientras los vivos de siempre continuarán con las prácticas depredatorias. En los últimos años Ecología pareció retirarse de la fiscalización de la pesca. Los inspectores ya no salen de recorrida junto a la Prefectura para aplicar el reglamento en lo referido a cupos, medidas mínimas o exigir la tramitación del correspondiente carnet.