La crisis económica y la incertidumbre política no solo afectan la economía de los argentinos sino también a los vínculos de parejas y al clima familiar.
Consultada al respecto, la psicóloga Andrea del Valle, analizó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones que “vivir en una permanente crisis, como ocurre en nuestro país, nos encuentra cada vez con más preocupaciones por lo económico, no sabemos para dónde ir ni venir… lo que escuchamos en la clínica es que ‘no tengo tiempo ni para pensar en estar con ganas de hacer algo con la pareja’ porque están preocupados en llegar a fin de mes y eso no nos da margen ni tiempo de pensar en otras cosas”.
La psicoanalista indicó que la incertidumbre sobre lo que pasará el año que viene está afectando mucho entre los adultos jóvenes, “y lo económico arrasa con el pensamiento a mediano o largo plazo… entonces ya no pensamos en salir en pareja a disfrutar de un paseo sino que nos sentamos a hacer números para llegar a fin de mes… lógicamente esto termina deteriorando el vínculo con el otro”.
La especialista señaló que no todas las personas reaccionan igual ante un conflicto de pareja, “algunas vienen muy movilizados porque del otro lado no encuentran respuestas, están bloqueados; uno tiene la escucha de un lado y de otro… frente a eso tenemos que pensar sin duda que vivimos en un país que hace por lo menos 40 años que está en crisis y siempre salimos adelante”.
Alerta constante
No obstante, advirtió el riesgo para el organismo y la salud mental el vivir en estado de alerta constante. “La incertidumbre en el trabajo es una alerta casi diaria y cuando estos son constantes se dan los ataques de ansiedad, de pánico, angustia… la mayoría de los argentinos estamos en alerta desde hace 15 días con el tema del dólar”.
Precisamente, en este contexto de crisis e incertidumbre, aconsejó buscar en la pareja y los vínculos el apoyo y acompañamiento, “saber que nos tenemos, que uno tiene un trabajo… tenemos que pensar en pequeño: planes y proyectos a corto plazo que podamos hacer, tal vez ya no podamos darnos el lujo de ir de vacaciones a un lugar soñado en el exterior pero podemos hacer proyectos pequeños a corto plazo y llevarlos adelante con nuestros vínculos, sean estos la pareja, familiares o amigos”.
Fantasías al alcance de las manos
Del Valle recomendó que las fantasías siempre estén “al alcance de nuestras manos, entonces, si la incertidumbre nos deja sin saber qué hacer a mediano o largo plazo tenemos que planificar a corto plazo pero no dejar de hacerlo”.
Sobre todo en el actual contexto argentino, “pensar en hacer cosas a corto plazo nos sacará el estado de ansiedad y malestar… capaz ya no podemos proyectar dos semanas en las playas brasileras pero nuestra provincia tiene lugares hermosos, quizás podamos hacer pequeñas escapadas a algún punto del país para recargar las pilas y estar con la gente que queremos… lo importante no es adónde, sino no dejar de hacerlo”.
Los más afectados
Consultada sobre si en consultorio reciben a niños también afectados por la incertidumbre económica y política del país, la psicóloga señaló que es muy poco frecuente “los más afectados por la desazón son los adolescentes y personas hasta la mediana edad, incluso los mayores ya están como resignados de la realidad y sienten que siempre es así en Argentina. Por eso también hay gente que se quiere ir y ese es un fenómeno que va más de la mano de la gente joven”.
Se disparó la demanda de terapia
La psicóloga Andrea Del Valle se refirió además al aumento de la demanda de terapia de la población misionera durante el último mes.
“La gente busca terapia para no desplomarse, en su mayoría se muestran muy angustiados por la cuestión electoral y porque se posicionan de diferentes maneras frente a la economía”, señaló.
Según indicó, desde la terapia, se trata de buscar herramientas para que las personas no se rindan frente a esta cuestión y puedan salir adelante nuevamente. “Hay herramientas para poder salir adelante”, destacó la especialista.
“La falta de deseo sexual de uno provoca enojo en el otro”
“Vemos gente muy joven con falta de deseo sexual pero, cuando uno indaga, están cansados porque tienen que trabajar mucho más para alcanzar objetivos que antes eran más simples o sus pensamientos están centrados en cómo podrán pagar el curso o seguir la especialización el próximo año… tienen tanto en sus cabezas que no hay lugar para el deseo sexual. No digo que este sea el caso de todos los jóvenes pero sí de la mayoría”.
La falta de deseo sexual rara vez se vive de igual forma en las dos personas que forman parte de la pareja, “generalmente, la falta de deseo sexual de uno provoca mucho enojo y frustración en el otro, porque de un lado está el deseo y del otro lado la preocupación”.
En este contexto, la especialista indicó que “en la clínica tratamos que esta situación se pueda resolver a través de la charla, del diálogo, para que esto no se quebrante y que ambas personas lo puedan analizar y ver”.
Encuesta de Gleeden
Esta semana, un informe privado de Gleeden relevó cómo afecta la actual crisis económica al deseo sexual. Según esta encuesta, realizada entre 5.100 argentinos durante septiembre, la preocupación constante por los problemas financieros, el estrés y la incertidumbre económica contribuyen a la disminución de la libido.
El 78% de los encuestados señaló que la crisis económica actual tiene un impacto negativo en su vida amorosa, principalmente a la hora de conocer gente nueva. La mayoría de los participantes mencionó que el aumento de precios limitó su capacidad para disfrutar de actividades recreativas fuera de casa.
Aún así, el 92% de los usuarios afirmó buscar otras formas para conocer parejas, por ejemplo, cambiando los bares y restaurantes por sus casas, autos e incluso espacios públicos para reducir el presupuesto de las salidas. Además, el 74% de los encuestados dijo que redujo la frecuencia con la que salen a comer a restaurantes debido a la situación económica. De este porcentaje, la mitad afirmó que este cambio afectó indirectamente a la vida sexual, ya que solían disfrutar de cenas románticas como parte de su rutina. Un hallazgo significativo fue que el 45% de los participantes mencionó una disminución en su deseo sexual en medio de la crisis económica. “La correlación entre la crisis económica y la actividad sexual es un tema interesante que merece una mayor atención. Lógicamente hay muchísimos factores que pueden hacer que la sexualidad se estanque, como problemas en la relación, la monotonía, la ausencia de espacios de intimidad. Tampoco podemos ignorar la importancia del factor económico”, aseguró Silvia Rubies, directora de Gleeden.